Horas llenas de compromisos para el Papa en su quinto día en Sydney con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.
En dos encuentros distintos, el Papa recibió a los representantes de 16 confesiones cristianas y a cerca de cuarenta representantes de diversas religiones: judíos, musulmanes, budistas, hindúes, zoroastrianos y mandeos.
La apertura a Dios, propia del sentido religioso, dijo, debe invitar a los creyentes a mirar en la misma dirección de la justicia y la paz y a poner en primer lugar la atención hacia los jóvenes, quienes tienen una ansia mayor.
Sucesivamente, comió con 12 jóvenes provenientes de Estados Unidos, Nueva Zelanda, España, Papua Nueva Guinea, Nigeria, Congo, Brasil, Francia, Corea. Benedicto XVI desde la cripta de la catedral de Santa María siguió el Vía Crucis de los jóvenes y terminó el día visitando a un grupo de jóvenes que atraviesan dificultades acogidos por la comunidad de rehabilitación de la Universidad de Nuestra Señora de Sydney.
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