Sunday, June 14, 2009

La homilía de Betania: PAN DE VIDA QUE SE PARTE Y SE REPARTE

Por José María Martín OSA


1.- Celebramos el gran don del Pan partido por nosotros en la celebración de la Eucaristía, que Jesús instituye antes de su pasión y que nos manda celebrar: “haced esto en memoria mía”. No sólo conmemoramos un acontecimiento religioso del pasado, sino que celebramos una realidad presente; por tanto, no somos nosotros los que acompañamos a Cristo por nuestras calles, sino más bien es Él quien nos acompaña por los caminos de nuestra historia. La Eucaristía nos da a Cristo en el tiempo. La Eucaristía es un misterio de presencia. La Eucaristía es el centro y corazón de la Iglesia, por ser el sacramento de la presencia de Cristo, fuente y cumbre de toda vida cristiana.


"Partió el pan y se lo dio". El relato de la última cena siempre es conmovedor. Y más cuando lo escuchamos en la fiesta solemne del Corpus Christi. "Frágil" es "lo que con facilidad se hace pedazos". Y la imagen evangélica que contemplamos es la del Señor que "se hace pedacitos"… de pan y se entrega. En el pan partido -frágil- se esconde el secreto de la vida.¡Qué curioso! La fragmentación, nacida del egoísmo, es el peligro más grande para nuestra vida social y también para nuestra vida interior. En cambio, en Jesús este fragmentarse bajo forma de pan tierno es su gesto más vital, más unificante: para darse entero tiene que partirse! En la Eucaristía la fragilidad es fortaleza. Fortaleza del amor que se hace débil para poder ser recibido. Fortaleza del amor que se parte para alimentar y dar vida. Fortaleza del amor que se fragmenta para compartirse solidariamente. ¡Jesús partiendo el pan con sus manos! ¡Jesús dándose en la Eucaristía! Al Señor que se hace pedazos para darse entero a cada uno le pedimos que nos reconstituya como personas, como Iglesia y como sociedad.



2.- Este don se nos entrega, se nos regala para que lo comuniquemos, ya que “la Eucaristía es principio y proyecto de «Misión», nos decía Juan Pablo II. La Eucaristía es un modo de vivir, de ser, de amar y de servir “que pasa de Jesús al cristiano y, por su testimonio, tiende a irradiarse en la sociedad y en la cultura”. No tengamos miedo a hablar de Dios ni mostrar los signos de la fe con la frente muy alta. La «cultura de la Eucaristía» promueve una cultura del diálogo, que en ella encuentra fuerza y alimento. La Eucaristía, es la escuela donde aprendemos a ser hermanos y solidarios, en ella Dios se hace solidario con los hombres, se hace alimento, para acompañar y consolar nuestro caminar.



3.- El Corpus es el día de Caridad. El lema de este año “Una sociedad con valores es una sociedad con futuro”, invita a que estemos atentos a la situación crítica en la que vivimos. La crisis económica actual pone en evidencia una profunda crisis de valores morales. La dignidad de la persona es el valor que ha entrado en crisis cuando no es la persona el centro de la vida social y económica; cuando el dinero se convierte en fin en sí mismo y no en un medio de servicio de la persona y del desarrollo social. Una de las posibles causas de la crisis es la falta de transparencia, de responsabilidad y de confianza. Estos no son elementos económicos o financieros, sino actitudes éticas, lo cual quiere decir que cerraremos en falso la crisis si no estamos dispuestos a afrontar la crisis ética que la sustenta.


Ante la pobreza de valores, trabajemos con la justicia. El clamor de las familias en paro ha llegado hasta nosotros. Este Día de la Caridad del 2009 ha de ser la ocasión, en esta situación profunda económica y de paro que están padeciendo muchas familias, para tomar conciencia de los derechos que tienen los más pobres a poseer de los bienes que tenemos. Es una oportunidad de rectificar y sentar las bases de la convivencia en valores sólidos capaces de construir un orden económico y social transparente y justo.

No comments: