Un encuentro de los obispos combonianos de América Latina y de África, con la presencia de los superiores de los misioneros y misioneras combonianos, Padre Enrique Sánchez González y la Madre Premoli Luzia, ha servido para que los misioneros hagan un inequívoco llamamiento en favor de África. "Nos parece que el África, más allá de sus potencialidades y de la inmensidad de sus recursos naturales, sigue siendo aún el continente en el que las guerras, la violencia, la prepotencia, la pobreza y las enfermedades están a la orden del día y siguen creando situaciones crecientes de injusticia y de miseria cada vez más dramáticas, también en comparación con el resto del mundo”, dicen los obispos.
África, según se compartió en el encuentro, es también un continente deseado económicamente, y sistemáticamente ve saqueados sus recursos "a cambio de ganancias personales, étnicas, o de partido". Los obispos denuncian: “Las nuevas riquezas, (...) en vez de contribuir a la lucha contra la pobreza, han servido y sirven abiertamente a la degradación, a la desigualdad, a la compra de armas, alimentando así conflictos interminables. En lugar de ser una bendición, se han convertido desgraciadamente en una maldición para la mayoría de la población.”
En este contexto, los misioneros, como herederos de la sensibilidad de Comboni, hacen un llamamiento para que la Iglesia no calle, sino que hable. "¿A quiénes pertenecen los recursos naturales de África? Para nosotros, obispos, no hay duda de que los recursos naturales pertenecen al conjunto de la población africana". Los combonianos concluyen: “Mientras esperamos con confianza el mensaje para el África y para el mundo de nuestro pastor, el Papa Benedicto XVI, hacemos nuestro el llamado de los Obispos reunidos en el Sínodo para el África en octubre del 2009: "A los grandes poderes de este mundo dirigimos una súplica: traten al África con respeto y dignidad".
Mundo negro
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