Friday, April 03, 2015

¿Por qué sancionan a Jorge Costadoat? por Marco Antonio Velásquez Uribe


Al comienzo del tridúo Pascual se publica un artículo que remite a la pasión que vive nuestra Iglesia local. La pesada cruz con los pecados de nuestra Iglesia ha caído esta vez sobre los hombros de Jorge Costadoat.

Cuando hoy leí el testimonio de apoyo de José María Castillo SJ (en Religión Digital) pude experimentar con algún grado mayor de cercanía esa tremenda desolación que debe implicar tal sanción. Dicha carta solidaria despertó el recuerdo de otro caso similar, cuando el querido Ronaldo Muñoz sscc, vivió la misma experiencia. Cuenta el mismo Ronaldo que un día llegó a su oficina en la PUC de Chile y encontró un sobre que el cardenal Medina le había dejado sin aviso ni mayor explicación, diciéndole "mañana se va" (relatado en el libro "Conversaciones con Ronaldo Muñoz", de Enrique Moreno Laval, sscc.).

Mientras experimentamos el silencio de Dios en este Viernes Santo, crece la necesidad urgente de resurrección en nuestra Iglesia chilena. 

En los últimos años, el clero de Santiago ha experimentado un paulatino proceso de autocensura y silenciamiento público...(Marco Amtonio Velásquez).

La decisión del arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati Andrello, de no renovar la misión canónica a Jorge Costadoat SJ para enseñar en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha causado impacto eclesial y social, no sólo en Chile sino en vastos lugares del mundo, precisamente por la gran reputación del teólogo jesuita.
Las causas esgrimidas por el arzobispo no son claras ni suficientes para explicar una medida tan drástica. Por ello, recientemente, el cardenal Ezzati hizo algunas precisiones para justificar su decisión, donde recordó que “yo le conseguí la facultad de enseñar al padre Costadoat”. Luego indicó algunas razones en la que sustentó su decisión, señalando que la trayectoria de Costadoat “registra afirmaciones poco prudentes” que “desdibujan la enseñanza magisterial de la Iglesia en diversos puntos centrales de la misma”. En esa materia fue más allá, y acusó al padre Costadoat en el sentido que “no está jugando en comunión con el equipo".
En medio de una avalancha de críticas y justificaciones, la verdad no logra resplandecer, subsistiendo esa opacidad que oscurece el bien que siempre debe regir el quehacer de la Iglesia. Entonces, bien vale un esfuerzo para desentrañar las motivaciones que subyacen a la decisión de impedir a un gran teólogo que pueda enseñar en la PUC de Chile. Y como la verdad radica en la conciencia del cardenal Ezzati, y ésta no ha sido revelada debidamente, es válido hacer una prospección analítica fundada para ahondar en las razones que puedan explicar tal decisión. Sólo cabe hacerlo con ánimo constructivo, con honestidad, con libertad, con respeto y, a la vez, con firmeza.
Miedo a la libertad
Hay evidencia creciente que en la Iglesia se ha instalado la cultura del miedo. Una realidad que experimentan de manera más aguda quienes han sido ungidos con el sacramento del orden o quienes cuyo vínculo con la Iglesia queda subordinado al voto de obediencia. En este ámbito, el Código de Derecho Canónico, a veces, se usa indebidamente como un medio de coerción que condiciona la libertad individual y que inhibe la expresión libre del clero y de la vida religiosa. Así, el miedo inhibe el carisma profético en la Iglesia; cuestión que se ha hecho evidente.
Cuando el miedo se instala, los transgresores son amedrentados, recurso que opera como una señal poderosa para todos los ministros, religiosos y religiosas. En esta perspectiva, se comprende la sanción contra Jorge Costadoat, así como aquella investigación canónica contra José Aldunate SJ, Mariano Puga y Felipe Berríos SJ.
Formación del clero
La Facultad de Teología de la PUC tiene una función eclesial determinante, en cuanto forma a los futuros sacerdotes de la Iglesia de Santiago y de otras diócesis. Dicha facultad tiene en su historia el mérito de haber formado a grandes sacerdotes, religiosos y religiosas, teólogos y teólogas, con una vocación de servicio pastoral, social y moral innegable. La libertad teológica es una condición básica de la enseñanza, que garantiza la formación de hombres y mujeres con espíritu libre e intrépido, condición fundamental para enfrentar los desafíos del presente y del futuro que interpelan a la Iglesia. Si la libertad teológica provee libertad de espíritu, esa virtud complica a aquellos obispos que se empeñan por tener un clero sumiso e incondicional.
En los últimos años, el clero de Santiago ha experimentado un paulatino proceso de autocensura y silenciamiento público, prueba de ello es que las opiniones en temas contingentes son expresadas casi exclusivamente por el arzobispo. La excepción son sacerdotes como José Aldunate SJ, Mariano Puga, Felipe Berríos SJ y Jorge Costadoat SJ, quienes por sus opiniones han quedado expuestos a la censura eclesial.
Magisterio paralelo
Cuando se acusa a Jorge Costadoat de “estar jugando fuera de la cancha”, se está haciendo una acusación de tal gravedad que merecería una investigación canónica. Si así fuera, Costadoat no podría enseñar en ninguna instancia eclesial. Acusaciones como la señalada son muy serias, por lo que deben ser demostradas fundadamente.
En algunos sectores de la Iglesia se ha acuñado el concepto de “magisterio paralelo” para tipificar la opinión libre y contingente de algunos sacerdotes y teólogos. En la práctica son juicios que caben en el terreno de lo opinable y que tratan de ser desacreditados con tal calificativo. Lo que no dicen quienes así actúan, es que el papa Francisco en muchos de sus juicios, en múltiples materias, caería en esa misma condición de ejercer un “magisterio paralelo”; sólo que por potestad pontificia le cabe la supremacía del magisterio.
Sínodo de la familia
Una de las contribuciones más significativas del pensamiento teológico reciente de Jorge Costadoat, ha sido poner su talento al servicio del Sínodo de la Familia, al que convocó el papa Francisco, cuya asamblea extraordinaria se realizó en octubre de 2014 y cuya asamblea ordinaría se realizará en octubre de 2015.
El deseo del papa Francisco es que la Iglesia se abra para responder con misericordia a los desafíos que las familias plantea a la Iglesia. Sin embargo, el espíritu aperturista del papa ha sido fuertemente resistido por un grupo de cardenales de la Curia Romana, quienes han conseguido respaldo en otras latitudes. En ese contexto, el pensamiento de Jorge Costadoat, junto al de varios cardenales, obispos y teólogos, se ha orientado a respaldar teológicamente el deseo del papa, cuya línea pastoral ha sido encabezada por el cardenal alemán Walter Kasper.
La asamblea sinodal de octubre de 2015 se anticipa compleja para la propuesta aperturista del papa. De hecho, las conferencias episcopales del mundo, que con autonomía eligen a sus representantes al sínodo, han logrado nombrar mayoritariamente a obispos que puedan contrarrestar el anhelo reformista del papa.
En este sentido, la sanción impuesta a Jorge Costadoat conlleva el castigo de aportar los fundamentos teológicos para admitir a los sacramentos de la comunión y de la reconciliación a las personas separadas y divorciadas vueltas a casar.
El pueblo de Dios de Santiago tiene derecho a conocer el pensamiento de su pastor en esta materia, por lo que es importante que el cardenal Ricardo Ezzati comparta con los fieles su visión frente a este complejo tema.
Necesidad de Conversión Pastoral
Los hechos descritos han convertido a nuestra Iglesia en fuente reiterada de escándalos, no del escándalo evangélico que debiera testimoniar, sino en causa del escándalo de la vergüenza que desacredita a una institución que tiene mucho que ofrecer a la sociedad.
En la base de la profunda crisis de credibilidad y confianza que compromete a la Iglesia está el hecho de haberla convertido en una estructura de poder. En ello hay una responsabilidad episcopal innegable y toda una historia de la Iglesia universal.
En tal sentido, es oportuno recordar las palabras de otro gran teólogo que, partiendo del Concilio Ecuménico Vaticano II, decía: “Después de proclamar que la Iglesia es esencialmente misionera, redacta un capítulo sobre la jerarquía, el capítulo III de la Lumen gentium, en que la misión de los obispos es enteramente definida en función de la administración. En la hora de definir lo que los obispos harán, la misión queda olvidada.” (El Pueblo de Dios, José Comblin, 2002; pág. 228, Las Condiciones del actuar como pueblo de Dios). Así, concluye Comblin que el carisma epicopal se fue desvirtuando en la historia, orientándose a la administración y al control.
Es por eso que, con urgencia es oportuno pedir a los obispos una verdadera conversión pastoral, porque “La experiencia latino-americana muestra que millares de laicos actúan cuando el obispo actúa, se comprometen cuando el obispo se compromete y nada hacen si el obispo se refugia sólo en los principios.” (El Pueblo de Dios, José Comblin, 2002; pág. 229, Las Condiciones del actuar como pueblo de Dios).
Marco Antonio Velásquez Uribe
 Consejo Editorial Revista Reflexión y Liberación - Chile.

No comments: