Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Friday, April 03, 2015
RETIRO EN EL SAN IGANCIO EL BOSQUE. 2a meditación por Pablo Walker S.J.
...vamos a retomar el hilo de lo que nos propuso Fernando Montes hace un rato cuando él nos proponía ordenar nuestra vida, ordenar nuestro futuro. Nos decía él, ayudando a Jesús a mejorar nuestro país. Y es curioso que cuando ajustamos nuestra vida a esa pega que hace Jesús vivo hoy día, como que todo se nos ordena y se nos asencilla; y para eso ordenar nuestro pasado decía él.
Vamos a ordenar un poquitito el pasado desde la novedad que Jesús trajo. ¿Qué es novedoso en Jesús?. Hay harto profeta dando vuelta. ¿Qué es la novedad liberadora de Jesús que me atrevía a titular esta verdad que hace libres?.
Y tenemos en el corazón el dolor de nuestros compatriotas del norte, esa como catástrofe sucia, esa catástrofe deprimente en torno al abatimiento que significa tener tu casa sepultada. Y con respeto, con reverencia, sin pontificar nada -aquí nadie da lecciones de nada- también a través de la radio, hacer un homenaje y enviar fuerza a todas esas mujeres preciosas, hombres preciosos que están mostrando a Jesús resucitado, ahí.
Yo pienso en Jennifer, una técnica de educación inicial, una niña muy sencilla en Paipote. Perdió su casa. Pero ella lleva varios días ya trabajando con los bomberos, buscando a los que faltan.
O, a Paola, la jefa de la Hospedería en Copiapó, que en su casa tiene cinco familias albergadas. Armó otra hospedería, mientras ella coordina el voluntariado. Entonces, esa simultaneidad, Cristo está resucitado.
Vamos a tratar de ver como eso también está sucediendo en nuestra vida.
Bueno en este contexto de acumulación de catástrofes me decía un amigo, así con un poco de humor negro, que era casi como para una agencia de turismo. Sabía Ud. que siete de cada diez catástrofes prefieren nuestro país. Con una sensación de que no cabría más.
Y con ese humorcillo casi negro, uno puede tomar distancia y decir que las catástrofes naturales son parte de nuestra condición humana, pero lo que no podemos permitir es la catástrofe de deshumanizarnos.
Y por eso, la invitación a volver a ser humanos. Y por eso miramos una cruz sencilla.
Hemos estado el último tiempo bien perplejos por una acumulación de engaños que socavaron las desconfianzas que nosotros creíamos que eran como grandes valores intransables de todo tipo, dentro de la Iglesia, dentro del mundo político, dentro del mundo de la empresa, dentro del mundo universitario. Y aquí estamos en una disyuntiva y por eso venimos a Jesús.
Tenemos que optar entre desconfiar definitivamente e instalar en nosotros al personaje el escéptico, profesional ya, o reparar.
Y no nos queda mucho tiempo. Va a pasar la vieja, luego, como dice el dicho.
Y ahí nos puede ayudar, -al vernos así un poco desfigurados como país, que no nos reconocemos-. Decirles, Señor, nos cuesta creer -que podemos mirar estas muertes de fe- la certeza de la resurrección.
Nos vemos desfigurados como país. Y nos viene como lúcidas las palabras del profeta Isaías, que nos dice, que nos confirma, sí, mi ciervo va a triunfar
De la misma manera como muchos quedaron horrorizados al verlo tan desfigurado -porque su aspecto no era el del ser humano- mi ciervo va a triunfar.
Si, nuestro país va a triunfar, nuestra Iglesia , la buena voluntad, la búsqueda de la justicia, de humanidad, va a triunfar. Pero rquiere, entonces, buscar otras fuerzas, otra fuente para no abdicar...
Si quieres escuchar completa esta meditación, que ha trasmitido la radio Duna, escuchar aquí
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