El periodista publica "Via Crucis", con multitud de documentos del Vaticano filtrados
"Miembros de la Curia viven en apartamentos de lujo mientras Francisco vive en una habitación de 50 metros"
El autor de 'Vía Crucis', Gianluigi Nuzzi, ha asegurado este miércoles que su nueva obra no está "ni a favor ni contra el Papa" Francisco, sino que simplemente cuenta "hechos". Así se ha expresado Nuzzi, según informa RaiNews, en la rueda de prensa de presentación del libro que ha tenido lugar en Roma. "Creo que este Papa esté llevando adelante reformas y que encuentra muchas dificultades", apuntó.
El también autor de 'Vaticano S.A.' y 'Las cartas secretas de Benedicto XVI' recoge, a partir de la información confidencial, los supuestos problemas y enemigos que el Pontífice estaría encontrando a la hora de llevar a cabo sus reformas.
"Yo no he tenido ningún contacto con el Papa y si lo hubiera tenido, ciertamente, no lo haría público porque habría evidentemente otras instrumentalizaciones y ficciones", ha declarado Gianluigi Nuzzi, antes los periodistas que han asistido a la presentación de su libro.
Preguntado sobre si los escándalos dañan la figura del Papa, Nuzzi ha indicado que no es un "comentarista", sino que se pregunta "si estos escándalos son verdaderos o cuentan algo". Además, ha añadido que, a lo largo de toda la obra, queda a la vista la "reforma que este Papa está tratando de hacer".
Tras la detención del sacerdote español Lucio Vallejo Balda por parte de las autoridades vaticanas acusado de sustracción y divulgación de material reservado, Nuzzi ha contestado: "Decir que una persona, después de una vida dedicada al Evangelio, ha hecho lo que ha hecho decepcionado por no haber recibido un nombramiento me parece demasiado simple".
Por su parte, el director editorial de Chiarelettere, Lorenzo Fazio, ha declarado que "los materiales utilizados por la redacción del libro no son objeto de robo" y ha agregado que "han sido dados libremente por varios sujetos que tuvieron libre acceso a ellos". "Ningún documento ha sido visionado o reproducido ilícitamente", ha señalado, al tiempo que ha zanjado que "todos los documentos son de interés público".
El autor publica en el libro varios documentos, como la carta de uno de los auditores a los que Francisco encargó analizar las finanzas vaticanas y en la que se afirma que "hay una total ausencia de transparencia en los balances de la Santa Sede". En el libro de Nuzzi aparecen también las transcripciones de grabaciones que una de sus fuentes le hizo llegar con conversaciones privadas entre el Papa y algunos cardenales.
"Los gastos de la Curia están fuera de control", advierte el Papa, que explica cómo hay que tener más cuidado con los movimientos que se hacen porque ha sabido que "se han perdido 10 millones en una una inversión equivocada en Suiza". En la grabación Jorge Bergoglio revela que cuando era arzobispo de Buenos Aires descubrió que el ecónomo del arzobispado "había invertido en una sociedad que fabricaba armas".
El libro de Nuzzi documenta además que el dinero que recoge el Óbolo de San Pedro, la institución que gestiona las donaciones al Papa para la beneficencia, va casi en su totalidad "a tapar los números en rojo de la Curia". El libro cuenta de la existencia de alquileres de inmuebles prácticamente a precios regalados o simbólicos y de cómo cardenales y miembros de la Curia viven en apartamentos de lujo que superan los 200 metros cuadrados, "mientras Francisco vive en una habitación de 50", añade Nuzzi.
La atmósfera de "guerra intestina" que se vive en el Vaticano, según Nuzzi, queda reflejada con la publicación de fotos, inéditas, de una caja fuerte desvalijada. Los documentos que había en su interior fueron devueltos anónimamente en abril de 2014 junto a algunas cartas de uno de los llamados banqueros de Dios y que protagonizaron uno de los mayores escándalos financieros de la Santa Sede, el siciliano Michele Sindona, vinculado con Cosa Nostra (mafia siciliana) y que murió envenenado en la cárcel en 1986. "Las cartas de Sindona (son) un claro gesto de intimidación", aseguró Nuzzi.
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