miércoles, 01 junio 2011
En el oeste de Costa de marfil, en la parroquia de Duékoué, se alojan 27.000 desplazados desde la llegada a la ciudad de los fieles de Ouattara a finales de marzo.
El Obispo de Man, Gaspar Béby Gnéba, ha declarado que la situación es dramática. "Cada uno de ellos dispone tan sólo de un metro cuadrado para vivir. Las condiciones sanitarias y de salud son muy escasas", dijo el Obispo a la agencia FIDES. A pesar de que la misión de las Naciones Unidas en el país garantiza la seguridad, los refugiados no se atreven a regresar a sus casas, y la sensación de incertidumbre sigue siendo elevada. Además, muchas de estas personas han perdido sus hogares durante la violencia que se generó tras las elecciones con la disputa por el poder de Gbagbo y Ouattara. Sólo en Abiyán, hay más de 100.000 desplazados que no han regresado aún a sus casas. Mientras tanto, el director de desarrollo humano de Cáritas en Costa de Marfil, Jean Djoman, dijo a MISNA que la situación va retornando hacia la normalidad: "El tráfico hasta tarde por la noche, escuelas, bancos y comercios que funcionan normalmente, son todos signos alentadores de un retorno a la normalidad, auque todavía llevará tiempo para que Costa de Marfil recupere el rostro que tenía antes de la última crisis".
Mundo Negro
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