Siempre que no se vean obligadas a "comprometer su misión"
La LCWR representa al 80% de las 57.000 monjas católicas romanas en Estados Unidos
Las religiosas estadounidenses a quienes el Vaticano reprocha su posición demasiado liberal -sobre todo en cuanto a la contracepción- dicen estar dispuestas a dialogar con la Santa Sede.
Las monjas aseguraron estar preparadas para entablar un "diálogo franco y honesto" con el Vaticano, pero manteniéndose firmes en sus principios, informó en un comunicado la Conferencia de Dirección de Mujeres Religiosas (LCWR, por sus siglas en inglés) tras su congreso anual, que concluyó este viernes y reunió a unas 900 delegadas, 80% de las religiosas católicas de Estados Unidos.
"Es un periodo de desafío histórico para la Iglesia y para la LCWR", afirmó la confederación, que manifestó su "esperanza de poder continuar representando oficialmente a las mujeres religiosas de la Iglesia católica".
Las monjas reiteraron que buscarán el diálogo "todo lo que sea necesario, pero será reconsiderado si la LCWR se ve obligada a comprometer la integridad de su misión".
La Congregación por la Doctrina de la Fe (CDF, por sus siglas en inglés), dirigida en Roma por el estadounidense William Levada, reprocha a las monjas su "falta de apoyo a las enseñanzas de la Iglesia sobre la ordenación de mujeres y sobre la homosexualidad ", así como su silencio sobre el aborto y la eutanasia.
"Las directivas procederán con estas discusiones tanto tiempo como sea posible, pero lo reconsiderarán si el LCWR es forzado a comprometer la integridad de su misión", señaló Farrell en una conferencia de prensa en la que se negó a ser más específica.
La organización representa aproximadamente 80% de las 57.000 monjas católicas romanas en Estados Unidos.
La reunión de San Luis fue la primera reunión nacional del grupo desde que una revisión del Vaticano concluyó que las hermanas tenían "serios problemas doctrinales" y promovían "ciertos temas feministas radicales" que socavan la enseñanza católica sobre el sacerdocio sólo para hombres, control natal y homosexualidad. Las monjas fueron acusadas además de permanecer casi en silencio en el combate contra el aborto.
Farrell admitió que el plan de las monjas para seguir adelante era vago, pero señaló que el proceso duraría cinco años y apenas había comenzado. Se espera que la junta se reúna pronto con el arzobispo de Seattle Peter Sartain, quien estará a cargo de la renovación.
"El diálogo sobre doctrina no va a ser nuestro punto de arranque", dijo Farrell. "Nuestro punto de comienzo será sobre nuestra vida propia y sobre nuestra comprensión de la vida religiosa, y sobre la inexactitud sobre ello, desde nuestro punto de vista, de los documentos (del Vaticano), y veremos cómo se desarrolla a partir de ahí", agregó.
La autoridad guardián de la ortodoxia del Vaticano, la Congregación de la Doctrina de la Fe, emprendió la valoración en 2008, después de años de quejas de conservadores teológicos de que el grupo de monjas de Estados Unidos se había vuelto secular y político, abandonando la fe tradicional.
La crítica, emitida en abril, detonó una ola nacional de apoyo a las hermanas, incluidas vigilias en parroquias, protestas afuera de la embajada del Vaticano en Washington y una resolución del Congreso elogiando a las hermanas por su servicio al país.
(RD/Agencias)
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