Sunday, July 21, 2013

El pontífice peronista y la ex guerrillera.


Por Pablo Giuliano SAO PAULO, 21 (ANSA) – "Peronista". Se presentó así el papa Francisco ante la presidenta brasileña Dilma Rousseff, cuando ambos se conocieron en el Vaticano, en la primera audiencia que el argentino Jorge Bergoglio ofreció luego de haber asumido la jefatura de la Iglesia Católica.

    Esa definición política del pontífice ante la ex guerrillera de izquierdas que combatió a la dictadura brasileña, la cual la mantuvo cautiva bajo torturas, pareció haber abierto una nueva era en las relaciones entre el Vaticano y Brasil, el país con más católicos del mundo "El primer papa latinoamericano...", lo saludó, efusiva, Rousseff con un abrazo.

    "También soy el primer papa peronista...", le devolvió el jesuita, ex obispo de Buenos Aires.

    Este parte inédita del encuentro del 20 de marzo mantenido entre el papa y Rousseff fue narrada a ANSA por el secretario general de la presidencia brasileña, Gilberto Carvalho, ex mano derecha de Luiz Lula da Silva, hombre de los sectores católicos de base y el interlocutor con las religiones y movimientos sociales del gobierno de Brasil.

    La definición de Bergoglio como peronista encontró una apertura en el gobierno brasileño, que busca en tiempos de movilizaciones que el papa se identifique con el trabajo social del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), históricamente regado por vertientes de la Teología de la Liberación. La Doctrina Social de la Iglesia es la que siempre identificó al movimiento nacional y popular fundado por Juan Domingo Perón, tres veces presidente elegido de Argentina y que murió en 1974, una figura que marca el pulso de la política de ese país sudamericano, gobernado actualmente por la peronista y católica Cristina Fernández de Kirchner.

    Precisamente lo recordó a este corresponsal el canciller Antonio Patriota la semana pasada, Cristina Fernández de Kirchner fue la primera en ser recibida por el Papa en Roma, pero antes de asumir el cargo. La primera audiencia fue con Rousseff, que será la anfitriona de la Jornada Mundial de la Juventud que se inicia el martes con la llegada del Papa a Rio de Janeiro. Y el primer destino al exterior es Brasil.

    "Estamos esperanzados con las relaciones de este papa con Brasil. El gustó mucho de ella, durante la reunión que tuvieron. Y Dilma de él. Lo felicitó por ser el primer papa latinoamericano. Y el respondió:'también soy el primer papa peronista'", contó el ministro secretario general de la presidencia.

    Carvalho apuesta a la visita del papa para "una fuerte ayuda sobre la cuestión social", una de las marcas de la presidenta Rousseff, que apunta a erradicar la pobreza extrema antes del fin de su mandato.

    Las relaciones con el Vaticano durante el papado de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, se desvanecieron en 2010. Rousseff, entonces candidata presidencial, recibió una inédita crítica de los sectores conservadores católicos sobre su falta de religiosidad y una supuesta idea de despenalizar el aborto.

    Tres días antes de las elecciones, el Benedicto XVI recibió a un grupo de obispos brasileños del estado de Maranhao y los alentó a luchar contra los candidatos que no respetaban las directrices de la Iglesia Católica.

    "No diría que las relaciones fueron heridas pero creó un clima de indisposición frente a la Iglesia", admitió Carvalho, quien destacó que en la época, Dilma Rousseff no entendía mucho la ola en su contra a raíz de un tema como el aborto, que ganó espacio inédito en una campaña.

    Durante la visita en 2007 de Benedicto XVI a Brasil, el Vaticano firmó una concordata con el presidente Lula para introducir enseñanza religiosa facultativa en las escuelas públicas, un asunto que está en el Supremo Tribunal Federal (STF) por recursos que sostienen que se ha afectado el Estado laico garantizado por la Constitución.

    "El acuerdo –según Carvalho- está en vigor pero es de difícil implementación, habla de enseñar sobre la existencia de religiones, algo ecuménico, que no hiere en absoluto la Constitución". Esta semana Rousseff, la no religiosa, será la anfitriona del papa jesuita argentino al cual, durante la entrevista en Roma, le recordó que el jefe de la Iglesia Católica puede ser del país de Diego Maradona y de Lionel Messi, pero que "Deus é brasileiro". 

PLG-DS/ACZ 
21/07/2013 20:17 

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