Iniciamos el tema de hoy con la imagen de una pareja de niños pastoreando ovejitas del portal de belén. Francisco ha dedicado cinco números de su documento (122-126) al tema "La fuerza evangelizadora de la piedad popular". ¡Bien por nuestros belenes, pequeño altar doméstico, retablo de maravillas de una fe que se inicia en la infancia afectivamente de generación en generación.
Nos asomaremos seguidamente al documento papal en una sección que se titula "El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios". Historia de Salvación que describe la aventura de un Dios que se encarna en la ternura de un recién nacido marginado y pobre.
ESCRIBE EL PAPA FRANCISCO (197): "El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo «se hizo pobre» (2Cor 8,9). Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres. Esta salvación vino a nosotros a través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio. El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres; fue presentado en el Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían permitirse pagar un cordero (cf Lc 2,24; Lev 5,7); creció en un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan...
Cuando comenzó a anunciar el Reino, lo seguían multitudes de desposeídos, y así manifestó lo que Él mismo dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres» (Lc 4,18). A los que estaban cargados de dolor, agobiados de pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón: «¡Felices vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece!» (Lc 6,20); con ellos se identificó: «Tuve hambre y me disteis de comer», y enseñó que la misericordia hacia ellos es la llave del cielo (cf Mt 25,35s)."
NI EN BELÉN NI EN LAMPEDUSA...
Acabo de recibir del Obispo poeta Casaldáliga su último navidal, que incluye el dibujo/fotografía del cayuco repleto de africanos y la Sagrada Familia en su proa. Como todos los años nos regala un comprometido poema, "Todavía no hay lugar...". Cita expresamente a Lampedusa, donde el pasado octubre naufragó una embarcación con 500 inmigrantes, isla que había visitado en julio el Papa Francisco, a poco meses de su elección. El poema se cierraconfiado: "Todavía hay Navidad, / en la Paz de la Esperanza..."
TODAVÍA NO HAY LUGAR...Todavía «no hay lugar para ellos»,
ni en Belén ni en Lampedusa.¿Navidad es un sarcasmo?
«Si tu Reino no es de este mundo»,
¿qué vienes a hacer aquí,
subversivo, aguafiestas?Para ser el Dios-con-nosotros
has de serlo en la impotencia,
con los pobres de la Tierra,
así, pequeño, así,
desnudo de toda gloria,
sin más poder que el fracaso,
sin más lugar que la muerte,
pero sabiendo que el Reino
es el sueño de tu Padre,
y también es nuestro sueño.Todavía hay Navidad,
en la Paz de la Esperanza,
en la vida compartida,
en la lucha solidaria,
¡Reino adentro, Reino adentro!
Reproduzco el poema "Aquí y ahora. Navidad 1996" para destacar que, desde que lo escribió Antonio A. Gómez Yebrahan transcurrido 17 años, y la tragedia se viene repitiendo mes a mes, año a año. ¡Ah sí, me parece interesante anotar que el autor, extremeño de origen pero, sobre todo, ciudadano del mundo, se ha inspirado para este evangélico poema en el verso del Cancionero de Palacio "Pásame, por Dios, barquero"...
AQUÍ Y AHORA. NAVIDAD 1996Pásame, por Dios, amigo,
a ese lado del Estrecho,
mírame, que estoy deshecho.Pásame, por Dios, paisano,
a la otra orilla del mar,
que no temo naufragar.Pásame, por Dios, vecino
hacia las playas de Europa,
he de darte hasta la ropa.Pásame, por Dios, lanchero,
sobre la espuma esmeralda,
aunque se moje mi espalda.Pásame, por Dios, Caronte,
ya no espero mejor suerte
que hacerle un quiebro a la muerte.Pásame, por Dios, hermano,
pues soy el Recién Nacido
y voy en busca de un nido
que me quiera cobijar.
AL CALOR SUBURBANO, GRATUITO...
En línea con la identificación de Jesús con el ser humano que sufre (Mt 25), no podían faltar los versos de "Navidad", del prestigioso poeta/editor Jesús Munárriz:
NAVIDADNinguno de los dos habrá cumplido
aún los veinte años.
En un banco de una estación del metro,
al abrigo del hielo,
duermen por la mañana,
él sin que se le caiga de las manos
la página de anuncios de un diario,
ella con la cabeza
sobre el hombro de él.Muy cerca, un cochecito
donde agita los brazos, silencioso,
un chavalín de meses.¿Droga? ¿Alcohol? ¿Sólo sueño?Al calor suburbano, gratuito,
de los transportes públicos
–aquí no llega la mañana fría-
echa una cabezada
la sagrada familia.
Nicolás de la Carrera
NIDO DE POESÍA
RD
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