En 1978 Franz Lackner prestó sus servicios en las Naciones Unidas: «una experiencia fundamental en mi búsqueda de Dios y del sentido de la vida»
MARIA TERESA PONTARA PEDERIVATRENTO
Es un Adviento singular el que está viviendo la diócesis de Salisburgo en Austria. Se asocia normalmente con los preparativos para la Navidad la llegada del nuevo arzobispo, que será consagrado el próximo 12 de enero, fiesta del bautismo de Jesús, a las 14 hrs en la Catedral de los Santos Rupert y Virgil.
Mientras tanto, entre las numerosas iniciativas del mes, el 6 de diciembre, fiesta de San Nikolaus (que se celebra con particular intensidad en todos los países de la zona germana), durante una sugerente ceremonia fue entregado el premio Rohracher al actual administrador apostólico y arzobispo (de 2002 a 2013), el salesiano Alois Kothgasser (el premio recuerda la figura de otro pastor de la diócesis, Andreas Rohracher, que asumió su guía como vicario de emergencia en 1939, durante un momento dramático para todo el país).
«Fue un constructor de puentes y agradecems a Dios por habernos donado a este pastor, verdadero hombre del Concilio», dijo el obispo emérito de Linz, Maximilian Aichern, al explicar los motivos de la decisión del premio.
A la larga tradición de grandes obispos se añade ahora el nuevo elegido, Franz Lackner, nombrado el 18 de noviembre pasado por los canónicos de la catedral, proveniente de la diócesis de Graz-Seckau en donde fue obispo auxiliar desde 2002.
Nació en 1956 en la región de Stiria, después de sus estudios como técnico eléctrico, Lackner prestó servicio (entre 1978 y 1979) en las filas de los Cascos Azules de las Naciones Unidas. Estuvo en misión en Chipre: «una experiencia fundamental en mi búsqueda de Dios y del sentido de la vida», indicó. Al volver retomó sus estudios antes de convertirse en un novicio de los Frailes Menores de San Francisco. Después de su ordenación sacerdotal estudió liturgia en Austria y después filosofía en el Antonianum de Roma (presentó una tesis sobre la unidad y la multiplicidad en Duns Scoto). Después de años como profesor de metafísica en el mismo ateneo, en 1999 fue nombrado provincial de los Franciscanos en Viena, y continuó su actividad didáctica en su patria hasta que fue nombrado auxiliar de Graz. Se ocupaba de la promoción de las vocaciones, de las catequesis y de la pastoral juvenil.
Lackner es el sucesor número 90 del obispo Rupert y es el 79 arzobispo metropolitano de la provincia eclesiástica de Salisburgo, la segunda de Austria (que comprende las diócesis de Feldkirch, Graz-Seckau, Gurk e Innsbruck) Desde 1951, asume también el cargo de “Legatus natus” (embajador permanente de la Santa Sede) y “Primate Germaniae”, un título tradicionalmente vinculado con la diócesis de Magdeburgo, que, con la paz de Westfalia, se transfirió a Salisburgo.
«Lackner es el hombre indicado por su sencillez, su inmediatez y cercanía con las personas que derivan de su espiritualidad franciscana», comentó el arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn, al enterarse de su elección.
Vatican Insider
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