Y el verbo se hizo carne… ¡Encárnate, como Jesús!

Encárnate, como Jesús, no le tengas miedo al barro, al polvo, a los caminos de la gente.

Encárnate, como Jesús, métete en la historia de los pueblos, en la historia de tu pueblo, en la historia cotidiana de la gente que contigo hace camino.

Encárnate, como Jesús, desciende del cielo a la tierra, en tu experiencia diaria, para poder ser caminante fiel en los caminos verdaderos de Dios.

Encárnate, como Jesús, y escoge para hacerlo los lugares, las personas, los pueblos más humildes, y se te abrirán los ojos y verás todo de modo nuevo, y descubrirás el rostro de Dios, y te harás en Jesús hija / hijo de Dios, hermano de los pobres y necesitados que, como dice el Papa Francisco, son la carne de Dios.

CPAL