El domingo próximo el Papa Francisco canonizará a Juan XXIII y a Juan Pablo II. Sobre Juan XXIII hay más unanimidad. Sobre Juan Pablo II puede haber opiniones diversas. Desde quienes están entusiasmados hasta quienes señalan, con incomodidad, que son pocos los años transcurridos entre su muerte y su elevación a los altares. Parece evidente que el tiempo ayuda a poner en su lugar las memorias, las historias y las huellas que algunas vidas dejan en la sociedad, en la iglesia y en la gente. Tal vez la cercanía temporal fomente más adhesiones incondicionales y más miradas críticas, que con el paso del tiempo se matizan, y en ese sentido, el paso de los años tiene su valor para que se reposen las cosas.
En cualquier caso, y pensando en quienes se sienten descontentos con la canonización de Juan Pablo II, la verdad es que uno no puede estar al frente de la Iglesia y no tocar llagas. El mismo Francisco, tan aplaudido por muchos, tiene a algunas personas descolocadas, y quizás irritadas por lo que no entienden o no comparten.
Declarar a alguien santo no es decir: “Todo lo ha hecho bien”. Los santos son pecadores, como los demás. Muchos de ellos, muy pecadores. Y aciertan y se equivocan en vida, como todos. Pero la Iglesia decide proponerlos como ejemplo o como modelo, no porque sean inmaculados, sino pensando que, de alguna manera, sus vidas apuntaron a Dios. Puede ser por su constancia, por su bondad, por su talante pastoral, por su sabiduría aplicada a la fe, por su testimonio hasta dar la vida… Se recoge también el sentir del pueblo de Dios, que reconoce en esas vidas algo que merece la pena (de ahí el hablar de quien muere 'en olor de santidad').
Pues bien, aprovechando que esta semana habrá muchos comentarios, al hilo de esta inminente canonización, este artículo solo quiere ser una puerta abierta para un diálogo, invitando a responder, en los comentarios, a dos preguntas: ¿Quiénes son los santos a quienes tienes más devoción (tus santos “favoritos”), y por qué?, ¿y a quién te gustaría llegar a ver canonizado?
José M. Rodríguez Olaizola sj
pastoralsj
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