Miles de peregrinos llenaron la plaza de San Pedro a pesar del mal tiempo. Francisco sorprendió a un grupo de jóvenes italianos y argentinos cuando detuvo el papamóvil para saludarles.
Pero sorprendió aún más cuando al final de la audiencia se refirió a la situación dramática de un grupo de trabajadores italianos.
FRANCISCO
"Ayer recibí un llamamiento en vídeo de unos trabajadores de la Lucchini de Piombino, que me enviaron justo antes del cierre de su alto horno y que me conmovió de verdad. Me entristeció”.
El Papa les pidió que no se desanimen: les dijo que estaba a su lado y que rezaba por ellos. También tuvo palabras para los responsables de estas situaciones.
FRANCISCO
"A todos los responsables les pido que hagan todo el esfuerzo de creatividad y generosidad para volver a enceder la esperanza en los corazones de estos hermanos, en los corazones de todas las personas desempleadas por culpa del derroche y la crisis económica. ¡Por favor! ¡Abrid los ojos y no os quedéis de brazos cruzados!”.
Francisco había hablado de esperanza en su catequesis. Preguntó varias veces a los cristianos si ponen su esperanza en el poder y el dinero o en Cristo resucitado.
FRANCISCO
"Hermanos y hermanas, Cristo está vivo y con nosotros. No vayamos a tantos sepulcros que hoy te prometen muchas cosas y que después no te dan nada. Cristo está vivo. No busquemos entre los muertos al que vive”.
El Papa añadió que Cristo trae una alegría profunda y auténtica. También reconoció que aun así, a veces "no es fácil aceptar la presencia del resucitado”.
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