Benedicto XVI recibió en días pasados al presidente de la provincia autónoma de Kosovo, en la actual Serbia, Fatmir Sejdiu.
La Iglesia católica desempeña un valioso servicio, sobretodo en los campos de asistencia y de educación, a favor de todos los kosovares, independientemente de su pertenencia étnica y religiosa.
El encuentro ha servido también para recibir informaciones directas sobre la situación actual y sobre las perspectivas futuras.
Un comunicado de la Oficina de Información subrayó que en el caso de una posible declaración de la independencia del Kósovo, la Santa Sede seguirá con una particular atención el desarrollo de la situación y su evaluación tendrá en cuenta la orientación de la Comunidad internacional.
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