No más guerra, no más violencia, no más injusticia en Oriente Medio. Lo ha señalado el Papa Benedicto XVI, retomando un aspecto de su viaje a Tierra Santa en mayo. El Papa ha aprovechado la ocasión para subrayar la necesidad de la paz en el discurso que ha dirigido en la reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales.
La Iglesia sabe permanecer cerca de las personas y sobretodo cerca de las personas que sufren. Por eso el Papa, ha impulsado todos los esfuerzos para llevar la ayuda material a las poblaciones, mitigando las condiciones difíciles de vida que frecuentemente orillan a emigrar; junto a la ayuda material viene la esperanza de la fe. Los hijos del Oriente Católico, con sus pastores, se esfuerzan por construir una convivencia pacífica junto con los fieles de otras confesiones cristianas y de otras religiones.
Precisamente el diálogo interreligioso es un deber indicado a los católicos por el Concilio Vaticano II.
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