Friday, June 12, 2009

Espacio Sagrado


Mateo 5:27-32
Jesús dijo a sus seguidores: "Ustedes han oído que se dijo: "No cometerás adulterio". Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho te está haciendo caer, sácatelo y tíralo lejos; porque más te conviene perder una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. También se dijo: "El que se divorcie de su mujer, debe darle un certificado de divorcio". Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, a no ser por motivo de infidelidad, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la mujer divorciada, cometerá adulterio."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Con estas palabras de Jesús, podemos incorporar en nuestras oraciones a personas que han sufrido dificultades en sus matrimonios y en sus responsabilidades familiares.
La oración no es necesariamente el momento para pensamientos profundos sobre el adulterio o el divorcio, sino que un tiempo para rogar por la luz, la guía y la fortaleza para nosotros y para todos nuestros conocidos que puedan estar en esas dificultades.

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