Tuesday, June 09, 2009

La primera bicicleta


Antes que Fernán Gómez escribiera “Las bicicletas son para el verano” muchos conservamos en nuestra memoria niqueladas bicis que se convirtieron en sacramento adolescente de nuestra libertad.

La bici del día de Reyes, la bici del descubrimiento del paisaje, la bici de las vacaciones, de la amistad alegre bajo el sol y la nublada soledad de septiembre. Las bicicletas son para el verano y para conquistar la primera autonomía, para excursiones inolvidables y escapadas al pueblo vecino, o simplemente para escuchar el rumor del piñón en la cadena frente al horizonte inabarcable del mar.

Con la brisa en la cara y el océano en las pupilas, recuerdo que muy joven sentí en bici la voz secreta de todas las cosas y el beso ardiente de un Dios que me llamaba a estar con él.

Luego, con el tiempo, nos hemos ido haciendo más complicados y para liberarnos necesitamos potentes automóviles y vuelos al Caribe.

Pero nada, nada para soñar como la primera bicicleta.
Pedro MIguel Lamet
El alegre cansancio

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