Monday, March 14, 2011

Bailes Religiosos celebraron alegre Fiesta de la Promesa en Maipú


Más de 2 mil 500 integrantes de bailes religiosos desde Iquique a Chillán llenaron la explanada y el interior del Santuario Nacional de Maipú con su danza, su música, su canto y su alegre expresión de fe en Dios y la Virgen, en la Fiesta de la Promesa del pasado sábado 12 y domingo 13 de marzo.



El Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, presidió la misa de clausura de este encuentro el pasado domingo, en la que los integrantes de 65 bailes religiosos unieron sus propias promesas a la que hicieran Bernardo O’Higgins y el pueblo de Santiago de levantar un santuario a la Virgen del Carmen en el lugar donde se ganara la batalla por la independencia, el 14 de marzo de 1818.



Rolando Martínez, presidente de la Asociación Metropolitana de Bailes Religiosos, AMBAR, señaló que “el baile religioso para nosotros es una forma de adorar a Dios, como lo dice el salmo 150, ‘alaba a Dios con danzas’, y también de venerar a María. Es nuestra forma de exteriorizar y de vivir la fe; el baile religioso es prácticamente una comunidad cristiana inserta en una capilla, parroquia o santuario, está a la par con las demás pastorales de la Iglesia, aunque lo hace de una manera más colorida y con un sello distinto, que es el baile con su música característica”.


El rector de Santuario Nacional de Maipú, padre Carlos Cox, acogió por primera vez en el templo votivo al nuevo Arzobispo de Santiago, a quien le expresó que “queremos todos los días de su ministerio como arzobispo acompañarlo para que Dios le regale sabiduría para conducir nuestra iglesia”.



La vida de verdad se vive junto a Dios



Durante la homilía, monseñor Ricardo Ezzati dijo estar “convencido profundamente que esta experiencia de la fe popular arraigada en nuestro pueblo, que siente a la Virgen del Carmen como Madre y Señora de nuestra vida, como Madre y Señora de Chile, es un regalo inmenso y una fuerza poderosa de fe”.

Agregó que “en este momento de la historia, que pareciera tan secularizada, cuando el hombre y la mujer parecieran ser suficientes a sí mismos y no tener necesidad de Dios, los bailes religiosos son un testimonio fuerte, valiente de que la vida humana es de verdad vida humana cuando la vivimos en comunión con Dios”.


Refiriéndose a los textos bíblicos del pasado domingo, el pastor dijo que en el Génesis se describe cómo el Demonio “quiso separar a la primera pareja humana de Dios, engañando a nuestros primeros padres que si no obedecían a Dios serían ellos mismos Dios”. Después se dieron cuenta de que estaban desnudos, es decir, “que habían perdido la dignidad más profunda de ser hijos de Dios”.


Monseñor Ezzati afirmó que no solamente Adán y Eva se separaron de Dios, sino que “el pecado, que nos separa de Dios nos separa también de los hermanos, crea división entre el hombre y la mujer, entre un grupo y otro grupo de personas. Crea división al interior de una comunidad, crea división en el mundo”, porque “le demonio es mentirosamente astuto”.



Sólo el amor, la cruz del Señor pueden salvar la humanidad



Respecto de las tentaciones, señaló que son “parte de nuestra existencia”, pero que con Jesucristo se pueden vencer, porque él nos enseña cómo vencerla. “Cuántas veces la misma Iglesia que ha sucumbido a la tentación del poder o a la tentación de hacer cosas fuera de lo normal, se ha dado cuenta que éste no es el camino de la salvación. El único camino de la salvación es la cruz del Señor, la vida brota de la cruz del Señor, la vida abundante brota de la fidelidad al proyecto del Padre, de una relación filial con el Padre Dios que nos da dignidad, que nos hace percibir el valor que tienen las demás personas.Cuántas veces partidos, grupos ideológicos han pensado que podían salvar al mundo a través del poder, sometiendo a las personas con la fuerza de las armas. Nunca eso ha confortado a nadie. Siempre ha producido mucho dolor. El único camino que salva a la humanidad es el camino del amor, de la solidaridad, de sentiros todos hijos de Dios y hermanos entre nosotros”.


Luego, monseñor Ezzati recordó que la Cuaresma es un tiempo de conversión a Dios que nos conduce a la Pascua, la resurrección de Jesucristo. “Que esta conversión del corazón a Dios nos ayude a darnos cuenta que Dios nos quiere familia, hermanos, solidarios, especialmente con los más necesitados”, por lo que invitó a participar con generosidad en la campaña Cuaresma de Fraternidad.Animó también a los bailes religiosos a que “no se cansen de expresar con su baile y con su canto su amor al Virgen del Carmen. Tendrán de ella bendición y gracia”.


Terminada la homilía, los presidentes, caporales y caciques de los bailes religiosos prometieron ser fieles a Dios y a la Virgen y esforzarse en hacer crecer la fe a partir de las enseñanzas del Evangelio.


Santiago, 14/03/2011

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