Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Tuesday, March 08, 2011
MUJER Y MÚSICA: “Feliz día”
Me llega este escrito de mi amigo Pedro Gutiérrez,músico de lujo, escogido para el encuentro de jóvenes en Madrid, partícipe de mi grupo de revisión de vida de profesionales cristianos. Es un artista tocado por el Espíritu y sabe leer y escuchar la música de la vida, el tono de Dios en todas las personas y acontecimientos, también en la mujeres. Veréis como os gusta la felicitación creyente que recuerda al magníficat.
“Hace unos años pude disfrutar de uno de los placeres que todo músico quiere experimentar: asistir a un concierto de la Filarmónica de Viena en la famosa sala dorada en el que se celebran los conciertos de año nuevo. Toda una institución musical , conocida en todo el mundo, que no admite a ninguna mujer entre sus componentes. Fue entonces cuando, como Luther King en su famoso discurso (“I had a dream”) pensé en otro tipo de discriminación, no por razón de raza, sino de sexo. Soñé que la directora de la Filarmónica de Viena era una mujer, que todos los estudiantes de música tenían que oír y trabajar las obras de Ruth Crawford Seeger y que Thea Musgrave era considerada la mejor compositora de su época. (¿os suena alguno de estos nombres?). Soñé que todos los libros de historia de la música se rescribían y no había diferencias en el tratamiento histórico hombre-mujer. Soñé que la plaza más importante de Londres se llamaba Fanny Hensel (Mendelssohn) Square, y que en la plaza d ´etoile de París se alzaba una estatua de Graza Bacewcicz, y las orquestas españolas incluían en su repertorio obras de la compositora contemporánea española Marisa Manchado…
La mujer y la música han estado siempre ligadas. En el ámbito de la llamada música clásica o culta la mujer ha podido introducirse poco a poco en el campo de la interpretación musical- excluyendo por supuesto la dirección orquestal- pero la música ha sido generalmente considerada como un adorno en la mujer, que no debía tomar rango de profesionalidad, evitando así una competencia para los hombres. La generadora de vida no debía de ser a la vez generadora de arte con mayúsculas.
Históricamente la mujer desarrolló la actividad musical dentro de unos estereotipos permitidos por la sociedad patriarcal: sacerdotisas, monjas, trovadoras, cortesanas, miembros de familias musicales, mujeres de la nobleza y la realeza, cantantes, damas dieciochescas y decimonónicas de salón, pianistas, profesoras de música…Evidentemente estos estereotipos no implicaban profesionalidad musical. Es necesario llegar a finales del XIX y principios del XX cuando, al amparo de los aires reivindicativos de los derechos sociopolíticos de las mujeres, se perfile la posibilidad de que se dediquen profesionalmente a la música. Un silenciamiento al que se ha condenado a las mujeres, pretendiendo regular sus manifestaciones musicales, que se ha potenciado con la sordera que los historiadores de la música y los musicólogos han demostrado hacia ellas.
Desde aquí mi agradecimiento a todas las mujeres que me han ayudado a crecer musicalmente y que me han aportado una manera, una perspectiva y una forma diferente de acercarme a la música: Antonia Gómez, Paquita Dios, Reyes Caballero, Ana Echávarri, Ecilda López, Carmen Rius, Cristina Buz, Ania Cuartero, Carmen Solís, Carmen Serván, Pilar Barrios, Manuela Roque, Guadalupe Rey, Celia Sánchez, Isabel Pajuelo, Lourdes Garrido, Isabel Hermosell, María José Vega, Katyla Goreti, Marta Sánchez, María Moliner, Libertad Estévez, María Costumero, Laura Moreira, Ana Belén Cadaval, Verónica Rioja, Fernanda Valdés…
Sé que todas ellas comparten un sueño: que las mujeres, en colaboración con los hombres, establezcamos una red que permita eliminar las barreras que hasta ahora han existido en la información, apoyo y difusión del papel de la mujer en el mundo de la música…y esperemos al 1 de Enero, cuando al acercarnos al televisor a media mañana, con el cansancio festivo, podamos ver a una mujer dirigiendo la Filarmónica de Viena…entonces yo seré el primero en acompañar con palmas la Marcha Radetzky de Strauss.
Pepe Losada
En medio del mundo
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