La fiesta comienza la tarde del viernes, unos minutos antes de la puesta del sol, y es "el día mas solemne del calendario hebreo", en el que grandes y pequeñas sinagogas se llenan de público dispuesto a rezar por la humanidad "para que disfrute de un mundo mejor y en paz", según ha indicado el presidente del Instituto Maimónides de Estudios Judaicos, el rabino Benito Garzón.
Así, los judíos meditan sobre el curso de su vida, sobre el nivel moral que han alcanzado durante el año anterior, sobre la forma que le han dado al alma y los vicios de su pensamiento y conducta, con el fin de liberarse de todas las "ataduras" que les impiden "alcanzar una trascendencia y dar un sentido a la vida".
El rabino ha indicado que ese fue precisamente "el día que algunos vecinos de Israel eligieron para atacar al Estado a traición", refiriéndose a la guerra del Yom Kippur, aunque ha remarcado que "el país se pudo movilizar y los jóvenes y mayores salieron en defensa del Estado y lograron salvar a los habitantes judíos y no judíos" de lo que, según ha apuntado, podría haber sido una "destrucción bien planificada pero no anunciada".
"Afortunadamente, fue una victoria más del Ejército del Estado de Israel, y un periodo de paz que esperamos que se pueda repetir y prolongar. Ese es nuestro deseo, no solo de los habitantes judíos sino de todos los hombres de bien", ha remarcado.
El rabino ha apostado por fomentar el diálogo intercomunitario e interreligioso a todos los niveles, no solo a nivel de especialistas, y por compartir las riquezas de cada uno pues, a su juicio, no hay una tradición, civilización o lengua que no tenga algo que enseñar.
"Perdemos tanto tiempo en el espectáculo infinito de la televisión que es una lástima porque tenemos muchos valores que cultivar juntos y mucho que sembrar para nuestros hijos y nietos", ha apuntado.
Según ha indicado el rabino, el Día del Perdón es una jornada de ayuno y oración, en la que se reúne la familia y se visita a los amigos y familiares para pedirles perdón si se les ha ofendido durante el año. En cualquier caso, el requisito "indispensable" para obtener el perdón de Dios, según ha apuntado, es "reparar previamente las faltas o los errores que se hayan cometido contra el prójimo".
En este sentido, ha asegurado que será un día "de gran actividad espiritual y de crecimiento moral" para toda la comunidad judía en España y en el mundo y ha invitado a los ciudadanos no judíos a que, si lo desean, les "imiten" dedicando un día a la meditación y reflexión sobre el curso de la vida y sobre el mundo, lo que sería "una gran bendición para el mundo entero".
La Razón
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