En el 25º aniversario del primer encuentro de Asís, los delegados judíos llegan desde el extranjero, representando a los judíos del mundo de diferentes organizaciones estadounidenses e internacionales comprometidas con el diálogo interreligioso
ROMA
El llamado de Benedicto XVI al «día de reflexión, diálogo y oración» interreligioso en Asís, un cuarto de siglo después de que Juan Pablo II rompiera con todos los tabúes anteriores al reunir a los líderes de las mayores religiones del mundo para orar en paz, es visto por los líderes judíos como una prueba más de que el papa Ratzinger está comprometido con continuar en el camino elegido por su ilustre predecesor.
En 1986 hubo solo dos representantes judíos: el ex rabino jefe de Roma, Elio Toaff, y el Dr. Joseph Lichte de la Liga Antidifamación, sumados a una delegación de una docena de romanos judíos que participaron en un limud(una sesión de estudio de la Tora equivalente a la oración para los judíos) sentados alrededor de una mesa, liderados por el rabino Abraham Piattelli. La emoción general del acontecimiento resonaba con particular intensidad en este grupo pequeño pero especial, consciente de la importancia histórica de ese momento como parte de una revolución continuativa en las relaciones católico-judías.
En este 25.º aniversario del primer encuentro de Asís, los delegados judíos están llegando desde el extranjero, representando a los judíos del mundo como oficiales de diferentes organizaciones estadounidenses e internacionales comprometidas con el diálogo interreligioso. Las importantes comunidades que los apoyan son prueba de que los esfuerzos de los pioneros que creyeron en este diálogo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y, especialmente, desde el Concilio Vaticano II, han valido la pena. Las organizaciones representadas son: el Comité Judío Estadounidense (rabino David Rosen, establecido en Jerusalén), la Liga Antidifamación (rabino Eric Greenberg), B'nai B'rith International (David Michaels), la Fundación «Appeal of Conscience» (rabino Arthur Schneier), el Congreso Judío Mundial (Dr. Maram Stern, de Bruselas), y tres líderes del Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas (IJCIC), que es el acompañante judío oficial de diálogo del Vaticano en las reuniones habituales dentro del Comité Internacional de Enlace Católico-Judío (ILC). Los representantes del IJCIC son la vicepresidente Betty Ehrenburg, el tesorero Martin Budd, y el rabino Daniel Polish de la Conferencia Central de Rabinos Estadounidenses.
Otros varios rabinos ortodoxos con gusto se hubieran unido al grupo pero, según se dice, se vieron disuadidos por el hecho de que la ceremonia matutina tendrá lugar dentro de una Iglesia católica, tradicionalmente prohibida para aquellos que adhieren en forma estricta a la tradición del pasado.
El judaísmo, sin embargo, no es inflexible, y la delegación de Asís está compuesta por otros representantes de la ortodoxia judía, así como sinagogas conservadoras, liberales y reformistas.
El rabino David Rosen, que dará un breve discurso en Asís en nombre de todos los «peregrinos judíos de paz», considera esta conmemoración como una «una confirmación muy importante del compromiso de Benedicto XVI con el camino interreligioso elegido por Juan Pablo II. Este es un camino de importancia estratégica clave en el avance hacia un clima de tolerancia y respeto interreligioso general, un clima vital de bienestar de las minorías, siendo la comunidad judía el arquetipo histórico en este sentido».
Betty Ehrenberg, vicepresidente del IJCIC comentó a Vatican Insider que la delegación «atribuye una gran importancia a esta próxima reunión en nombre de la paz y la coexistencia entre todos los credos, especialmente en el contexto de agitación económica y política actual en muchas regiones del mundo».
La vicepresidente expresó su esperanza de que «con cooperación y respeto mutuo, los difíciles desafíos puedan ser enfrentados y superados entre todos».
El rabino Arthur Schneier también recordó la urgencia del momento, afirmando que «en estos días de agitación económica, de revueltas sociales y conflicto, es nuestra responsabilidad como líderes religiosos del mundo ayudar a liderar el camino hacia soluciones para nuestros problemas comunes. Esta reunión, como la que la precedió hace 25 años, será un significativo llamado a la acción para que el mundo se una bajo la causa de la paz y para fomentar la humanidad entre los hombres».
La preocupación con respecto a las inquietantes declaraciones antisemitas pronunciadas recientemente por el obispo Richard Williamson fue expresada por la vicepresidente del IJCIC, Betty Ehrenberg. «En nombre de la tolerancia y el respeto, pedimos con urgencia que la Iglesia se oponga férrea y abiertamente a los grupos que no comparten estos valores y manifiestan intolerancia y visiones antisemitas, como las expresadas por el obispo Williamson. Éstas socavan los objetivos mismos de la reunión de Asís.»
Richard Williamson, un confeso negador del Holocausto, es uno de los cuatro obispos de la ultratradicionalista Sociedad de San Pío X (SSPX) ordenado a través de una consagración no autorizada llevada a cabo por el cardenal cismático Marcel Lefebvre. Sin mostrar arrepentimiento por sus actitudes antisemitas, una vez más acusó al pueblo judío de «deicidio», una acusación que ha desencadenado en repetidas ocasiones masacres de las minorías judías en el pasado y que fue proclamada como falsa, injusta e ilegítima por el documento del Concilio Vaticano II Nostra Aetate y luego nuevamente por el mismo Benedicto XVI en su último libro sobre Jesús.
La excomunión de los cuatro obispos de la SSPX fue levantada en el 2009 por el papa Benedicto XVI, pero aún se encuentran suspendidos. Su regreso al redil de la Iglesia depende de que acepten el preámbulo doctrinal de un acuerdo consignado al obispo Bernard Fellay, superior general de la SSPX, el pasado 14 de septiembre por el cardenal Levada, prefecto de la Pontificia Congregación para la Doctrina de la Fe. Algunos líderes judíos y la Conferencia de Rabinos Europeos presentaron declaraciones de aprehensión sobre las afirmaciones de Williamson. Pusieron de relieve que, desafortunadamente, las actitudes de Williamson son compartidas por otros clérigos de la SSPX.
Miembros de la delegación judía de Asís han puesto de manifiesto que la literatura de la SSPX va claramente en contra de las reformas del Concilio Vaticano II y del diálogo interreligioso. El sitio de internet estadounidense de la Sociedad Lefebvriana habla de la reunión de Asís 2011 como una «renovación por parte de Benedicto XVI del escándalo sin precedentes promovido por su predecesor, Juan Pablo II, en 1986». Hay un vídeo en el que el obispo Fellay «se pronuncia» sobre «¿Por qué es errado el ecumenismo?». Los vídeos también contienen observaciones irrespetuosas contra la religión judía. Los representantes judíos se muestran perplejos y preocupados sobre la posibilidad de la reintegración de este movimiento a la Iglesia católica, ya que no muestra signos de aceptar las reformas más importantes del Concilio Vaticano II.
Su participación en la reunión de Asís, sin embargo, equivale a un voto de confianza y esperanza en los grandes potenciales de la cooperación y la solidaridad interreligiosas.
Vatican Insider
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