Thursday, October 27, 2011

"El mundo tiene necesidad de constructores de la paz, a través de la fe"


Representantes de todas las religiones asumen en Asís un compromiso por la paz


Por primera vez, intervino una representante de los no creyentes


(Jesús Bastante).- "No hay lugar para la violencia o el terrorismo en la religión".Las palabras de J. Seung, del budismo coreano, llamando a una "fratenidad" entre las religiones para alcanzar la paz fueron unas de las más aplaudidas durante la intervención de 15 representantes de las grandes religiones en Asís. Este año, con la novedosa presencia, entre los ponentes, de una representante de los no creyentes. Todos coincidieron en la urgencia de un compromiso firme por la paz entre todos los seguidores de Dios. "El mundo tiene necesidad de constructores de la paz a través de la fe", como recalcó el secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias,Olav Fykse.


El primer discurso corrió a cargo del cardenal Peter Turkson, quien pidió que este tipo de encuentros puedan hacer caer sobre el mundo una lluvia de bendiciones y de paz. "La paz tiene que ser construida sobre la verdad y el amor", recordó.

Tras las palabras de Turkson, se emitió un vídeo que recordaba el primer encuentro de Asís en 1986, convocado por Juan Pablo II y que marcó un antes y un después en las relaciones entre las distintas religiones.

Tras el mismo, arrancaron las intervenciones de los principales representantes de las religiones de la Tierra.
El primero en intervenir fue el patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I,quien habló de la conversión que supone el diálogo, "que nos hace salir de nuestras particularidades para considerar al otro sin indiferencia. La indiferencia es la que genera el odio y la violencia". "Sólo el diálogo es la solución viable, y como jefes religiosos debemos demostrarlo a través de nuestro ejemplo cotidiano, que no vivimos contra los otros, sino juntos los unos a los otros".

Bartolomé animó al compromiso de las relgiiones a no ser ambiguas en el cambio del mundo, y se opuso a "la deformación del mensaje de las religiones" por parte de los violentos. "Condenar firmemente la guerra y los conflictos, y proponernos como ejemplos de pacificación". El patriarca pidió la confluencia de las religiones con la paz, con el hombre, con el medio ambiente. "Bienaventurados los sembradores de paz, porque serán llamados hijos de Dios".

Rowan Williams, por su parte, apuntó que los desafíos de nuestro tiempo son tan grandes, que ningún grupo religioso puede pretender afirmar todas las respuestas. "Estamos aquí para elevar la voz de lo profundo de nuestro corazón, de modo que la familia humana pueda ser plenamente consciente de lo que hay que luchar contra la locura de un mundo todavía enamorado de la violencia y la hostilidad, y que ignora las enormes pérdidas de vida entre los más pobres". Para el arzobispo de Canterbury, "no somos extraños los unos de los otros. Y si no lo somos debemos encontrar el modo de alcanzar el mutuo reconocimiento".

"Estamos aquí hoy para demostrar nuestra apasionada convicción de que los seres humanos no deben ser extraños", concluyó Williams, quien pidió que todos fuéramos reconocidos "por el amor de Dios".

Norvan Zakarian, primado de la diócesis de Armenia en Francia, destacó en su breve discurso que la Iglesia puede constituir un signo e instrumento de paz en el mundo y para el mundo. "La promoción de una auténtica paz es propio de la fe cristiana, de la fe liberadora en el amor de Dios deriva una nueva visión del mundo", y un nuevo modo de relacionarnos con el otro. "Las diferencias religiosas no pueden ocultar los profundos nexos de unidad entre las religiones. Y la paz es uno de ellos". "Justicia y verdad suponen los principales puntos para la reconciliación", insistió el primado armenio, que reclamó la existencia de organismos internacionales, que puedan establecer la verdad sobre los conflictos armados y los genocidios que, aún hoy, se dan. "Es necesario promover el respeto a la paz para construir una sociedad donde las relaciones sean de colaboración al bien común".

Tras una canción, intervino el secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, elreverendo Olav Fykse, quien puso el ejemplo de San Francisco para ver cómo el esfuerzo sincero por dialogar y la oración puede llevar a una paz justa. "El mundo tiene necesidad de constructores de la paz, a través de la fe", indicó, resaltando el papel de la juventud en esta construcción. "Estamos aquí para dejar que la conversión de Francisco nos hable, y que la conversación entre nosotros se convierta en una fuente de justicia y de paz". En este punto, señaló que "la cruz no es para las cruzadas, sino un signo para unirnos en paz", y recordó los conflictos sobre Jerusalén, que afecta a otras situaciones donde cristianos padecen persecución. "Somos responsables de la paz en el mundo, por lo que decimos y por lo que no decimos", concluyó.

El representante del Gran Rabinato de Israel, David Rosen, recordó las visiones de Noé e Isaías. "Para muchos, la paz es una necesidad pragmática, a la que tenemos que llegar". ¿Puede este encuentro reforzar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a conquistar la paz?

De la religión yoruba, habló Wande Abimbola, quien en nombre de las religiones de África entonó un canto por la paz. "Soy un portavoz de aquellos que me han enviado". "Ha llegado el tiempo para los líderes de todas las religiones del mundo de tener un nuevo cuadro conceptual, para dar a las religiones indígenas el mismo trato que a las otras. No podemos tener paz en el mundo cuando no respetamos o despreciamos a nuestros vecinos". "Todas las religiones son válidas y agradables al mismo Dios que nos ha creado", apuntó, para concluir su parlamento con otro emotivo canto yoruba.

Tras otro descanso musical, intervino el representante hindú, Acharya Shri Shrivatsa, quien también arrancó su discurso con un canto de la tradición cuando se encuentran viejos amigos. "El hinduismo es una peregrinación de la ignorancia al conocimiento", explicó. "La paz no puede ser alcanzada por medios violentos", abundó, reflexionando sobre la memoria de Luther King, Gandhi o Desmond Tutú. 25 años después del primer encuentro, insistió en que "no hemos llegado a donde queríamos. El diálogo será un esfuerzo inútil si no lo emprendemos con humilde paciencia"

Después de él, J. Seung, del budismo coreano, quien también hizo un balance de lo transcurrido desde el primer encuentro de Asís. "una nueva época se está acercando rápidamente". "Cada una de nuestras vidas es bellísima, una flor gloriosa y magnífica para Dios", insistió., reclamando que cada ser humano sea respetado. "No hay lugar para la violencia o el terrorismo en la religión". Ene ste punto, propuso una "fraternidad a favor de la vida", para eliminar las raíces de la violencia y la guerra en nombre de la religión o la ideología.

Haji, Hyai Hasyim Muzadi, secretario general de la Conferencia Internacional de las escuelas islámicas, que habló sin discurso, profundizó en la importancia del encuentro de este año, recordando el del año atrás, y asumió el discurso de la paz desde el Islam.

Antes del discurso del Papa, habló la profesora Julia Kristeva, representante de los no creyentes, una de las grandes novedades de este encuentro. Kristeva indicó que las palabras de Juan Pablo II -"No tengáis miedo"- no estaban dirigidas sólo a los creyentes, sino a todos, e incidió en la necesidad de buscar complicidades entre el humanismo cristiano y el que surgió del Iluminismo (Revolución Francesa). "Tras la shoah y el gulag, el humanismo tiene el deber de recordar a hombres y mujeres el pasado y el presente para construir el futuro". La memoria, en su opinión, no sólo se refiere a los libros sagrados. "Para que el humanismo pueda desarrollarse y refundarse, ha llegado el momento de retomar los códigos morales del curso de la Historia, renovándolos a las nuevas situaciones.

RD

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