Holanda; “caza” al obispo

La Interpool pidió a la policía que investigara a un religioso emérito por «nuevas señalaciones de abusos sexuales»

GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO

«Investigad al obispo». La Interpool pidió que la policía holandesa investigue a un religioso por «nuevas señalaciones de abusos sexuales». Cor.S. (son las iniciales) es un obispo emérito con pasaporte holandés, pero que hasta el 2009 había desarrollado su ministerio en África. La petición de investigar su figura la pidió la división de “Crímenes sexuales” de la policía nacional irlandesa. En Holanda, tanto la policía como la magistratura recibieron, «alarmadas», indicadiones sobre la conducta del obispo, que es uno de los seis religiosos de la Iglesia católica acusados por un seminarista de Kenya, Emmanuel Shikuku. Las declaraciones del aspirante a sacerdote africano involucran a algunos religiosos que colaboran con la “Mill Hill”, una sociedad misionera del Reino Unido. Los seis acusados se defendieron en “Radio Netherlands”, indicando que todas las afirmaciones son falsas. Hace un año, la Conferencia episcopal holandesa comenzó una investigación para confirmar los hechos que tuvieron lugar en diferentes escuelas católicas, en las que se denunciaron casos de abusos en contra de niños. La investigaciones sobre las presuntas violaciones, asegura el episcopado de los Países Bajos, es «vasta, externa e independiente».

Los obispos holandeses están «profundamente afectados» por las historias de estos menores que emergieron a partir de enero de 2010. El caso explotó al interior de la galaxia formativa católica. También algunas monjas, no solo sacerdotes, de escuelas católicas serían implicadas en los abusos de los años 50. Entre los casos que han llamado la atención de la opinión pública se encuentra la historia deHerman Harends, que hoy tiene 63 años, quien recuerda las violencias que soportó cuando tenía 11 años y frecuentaba uno de los colegios católicos de Tegelen, pequeña ciudad del sur de los Países Bajos. «No había hablado de ello antes porque se trata de acusaciones difíciles de sostener y de probar –declaró a los medios de comunicación holandeses. No estoy buscando venganza o disculpas, muchas de las monjas ya están muertas. Y no creo que se haya tratado de un caso aislado».

Antes de la Conferencia episcopal holandesa, la orden de los Salesianos había anunciado que habrían abierto una investigación por presuntos abusos sexuales que habrían cometido los miembros del clero en un grupo de estudiantes de la región de Arnhem durante los años 60. Desde entonces, una comisión consultiva episcopal, que nació en 1995 para ayudar a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por miembros del clero, ha recibido 280 testimonios. El Vaticano ha mostrado una posición neta en relación con los escándalos que han afectado a la Iglesia en diferentes países, desde Alemania a Irlanda. La Iglesia «afrontó la manifestación del problema con tempestividad y decisión», declaró el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. En una nota para la Radio Vaticana, el portavoz papal explicó que «concentrar las acusaciones solo sobre la Iglesia lleva a falsear la perspectiva». De hecho, «las instituciones principales eclesiásticas involucradas» en el escándalo de la pedofilia «han dado pruebas de voluntad, transparencia; en cierto sentido han acelerado la manifestación del problema, invitando a las víctimas a que hablen cuando se trata de casos de hace mucho tiempo». Actuando de esta manera, «han afrontado las cuestiones con el pie derecho, porque el punto de partida correcto es el reconocimiento de lo que sucedió, y la preocupación por las víctimas y las consecuencias de los actos que se cumplieron en su contra».

El debate sobre las responsabilidades de los escándalos es particularmente áspero al interior de la Iglesia de los Países Bajos. Según algunos, todo nació después del Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia holandesa presionaba, mucho más que otras iglesias, para reformar en sentido abierto y liberal su propio Dna. Fue el cardenal Bernard Jan Alfrink, arzobispo de Utrecht, quien publicó, con el apoyo de diferentes teólogos (entre ellos el dominico Edward Schillebeeckx) un nuevo catecismo, que incluyera grandes aperturas con respecto a los temas de la homosexualidad, el aborto, las prácticas anticonceptivas, el sacerdocio para las mujeres, el celibato de los sacerdotes. Para otros, en cambio, estas posiciones, aunque no se pueden compartir de ninguna manera, son la señal de una iglesia que no elude ciertos problemas y que quiere hablar de estos problemas. Hasta hace pocos meses, el intérprete principal de esta iglesia abierta al mundo y a su espíritu era Adrianus Herman van Luyn, obispo de Rotterdam, también salesiano. El 18 de enero, el Papa aceptó su renuncia, por haber cumplido la edad límite que indica la normativa vaticana.

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