La mayor parte de la población profesa religiones tradicionales africanas, conocidas también como animistas. El Islam está muy presente en el norte de África y el catolicismo representa el 17,5% de la población total del continente, es decir, unos 165 millones de personas.
Un continente de contrastes en el que cada año mueren sólo de malaria casi un millón de personas. De ellos, el 85% niños menores de cinco años.
Mons. Barthélemy Adoukonou
Secretario, Pontificio Consejo para la Cultura
“La Iglesia está presente en el campo social de una manera muy eficaz y es lo que más atrae a las personas. Los hospitales de la Iglesia están llenísimos porque allí la gente encuentra no sólo una estructura con medios técnicos sino un corazón que sale a su encuentro. Hay muchos, muchísimos hospitales y dispensarios que con pocos medios trabajan mucho”.
La Iglesia católica gestiona en África 16.178 centros de atención; se trata de 1.074 hospitales, 5.373 ambulatorios, 186 leproserías, 1.279 centros sanitarios varios y 753 casas para ancianos e inválidos. También tiene 979 orfanatos, 1.997 guarderías, 1.590 asesorías matrimoniales, 2.947 centros de reeducación social.
Aunque la Iglesia católica tiene 12.496 escuelas primarias, 33.263 de educación secundaria y 9.838 de enseñanza superior, el obispo Barthelemy Adoukonou asegura que la principal dificultad del continente es la educación universitaria ya que muy pocos africanos realizan estudios superiores.
Mons. Barthélemy Adoukonou
Secretario, Pontificio Consejo para la Cultura
“En el campo de la formación, está claro el éxito de la Iglesia al fundar escuelas primarias y secundarias pero falta una formación universitaria porque hay una fuga de cerebros”.
A pesar de todo, el continente es conciente de sus problemas y no se desanima ante sus dificultades, porque sabe que los frutos llegarán. Es sólo una cuestión de tiempo.
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