Titín, un héroe católico

“L'Osservatore Romano” aprovecha la oportunidad que le ofrece el estreno de la película de Steven Spielberg para dedicar diversos artículos de su edición diaria al personaje de Tintín

GIACOMO GALEAZZI
ROMA

“L'Osservatore Romano” aprovecha la oportunidad que le ofrece el estreno de la película de Steven Spielberg para dedicar diversos artículos de su edición diaria al personaje de Tintín que- dice según el titular de primera página- es "un héroe católico".

El diario del Vaticano propone, en particular, la página del 'Dictionnaire amoureux du catholicisme' dedicada al personaje creado en 1929 por el dibujante belga Hergé. "Tintín es un caballero sin mancha, exaltado por la atracción por el misterio y por el imperativo de proteger a los débiles", se lee.

"Tintín no es un católico que pueda ser identificado como tal. Nunca reza a Dios cuando la muerte lo amenaza, y nunca se le ve en una iglesia. Una breve alusión a San Juan Evangelista hace referencia a un residuo de catecismo. El ángel de la guarda del capitán Haddock y el de Milou, en guerra abierta con un diablo imaginario, hacen sonreír. La religión- incas, culto al Sol, budistas, musulmanes- es la de los otros, hay que respetarla, perpetua una cultura, y al respecto, Hergé sería más bien relativista".

Y sin embargo "Tintín es un héroe del catolicismo, embebido del ideal del scoutismo, que como es sabido fue muy importante en la formación de Hergé". De todos modos, "anticomunista convencido desde su Tintín chez les Soviets, donde el periodista belga no era todavía un superman cómico, Hergé destruye sin piedad las satrapías de los latinos, los capitalistas yanquis y los traficantes asoldados por ellos". Más moderado es el juicio sobre la película de Spielberg: "Escrito, borrado, vuelto a escribir, para luego convertirse en el primer capítulo de una trilogía ideal que de momento es sólo una hipótesis, el guión, firmado por el dúo inglés Steven Moffat y Edgar Wright no llega a convencer del todo". Más en general, "la impresión es la de una airosa introducción del personaje.

De un proyecto ambicioso y rico de potencialidad al estado embrionario. Y quizás demasiado preocupado de no provocar el descontento del gran público americano, todavía en buena parte desconocedor del personaje belga, y al mismo tiempo acostumbrado a que los productores le ofrezcan sólo aquello que ya conoce a la perfección".

Vatican Insider