Thursday, December 08, 2011

Juan José Etxeberria: "La Iglesia debe garantizar la pluralidad de la comunidad cristiana"

"Parece que los valores religiosos han diluido en nuestra sociedad"


"Debemos buscar una reconciliación basada en el reconocimiento del dolor que ha padecido tanta gente"


Jesuitas del País Vasco y Navarra están reunidos desde el lunes en el santuario de Loiola. Son 54 representantes del total de 250 que existen en la 'provincia' de Loiola. Elegirán a su representante en la 70ª congregación mundial de jesuitas que se celebrará el 9 de junio en Kenia y reflexionarán sobre los retos y necesidades del mundo y de la Iglesia hoy. «La crisis no es económica ni financiera, sino de valores», dice Juan José Etxeberria (Tolosa, 1966), provincial de los jesuitas de Loiola que preside la reunión. Lo entrevista Cristina Turrau en Diario Vasco.

- ¿Qué es lo más importante que debería salir de la reunión?

- Hacemos balance de la forma en que se lleva a cabo la misión en la provincia de Loiola. Se elige al procurador que nos representará en julio en Kenia, donde el padre general toma el pulso de la Compañía universal. Estos días analizaremos postulados para plantear al padre general.

- En el 2016, las 5 provincias de los jesuitas en España se unificarán. ¿Se perderá independencia?

- Yo creo que no. El itinerario de la integración de provincias está establecido. Se han tenido en cuenta los elementos territoriales, lingüísticos, culturales y sociales. Habrá plataformas apostólicas que tendrán en cuenta lo local. No se hará lo mismo en Sevilla que en Barcelona, Madrid o Bilbao. El trabajo de los jesuitas en los distintos lugares tiene sus particularidades. Y hay que tenerlas en cuenta.

- En Kenia podrán ver campos de refugiados, guerras y hambre. ¿Avanzamos?

- Yo creo que avanzamos gracias a las personas de todo el mundo que abren su corazón al sufrimiento ajeno. Los retos de hoy son los de todos los tiempos. Hay diferentes matices pero la pregunta es la misma: '¿Qué puede hacer el ser humano para disminuir el sufrimiento?' Frente a la violencia, la guerra, la pobreza o el hambre, se trata de dar esperanza, alegría y sentido a la vida. La pregunta nos interpela como individuos y no solo a las sociedades. Pero tal y como individualmente se hace oídos sordos a la pregunta, también lo hacen las instituciones.

- ¿Se nota 'in situ' el avance cuando uno viaja a Kenia?

- Hay mucha gente comprometida. Hace dos años visité Ruanda, Burundi y Congo y encontré un desarrollo, a pesar de la existencia de campos de refugiados donde existe una gran inhumanidad y mucha pobreza. Hay algunas instituciones públicas y privadas que tratan de dar educación, sanidad y alimentación en ese difícil entorno. Los campos se deben al desplazamiento de gentes por la guerra y la violencia.

- ¿Vive el País Vasco un tiempo de esperanza? La familia de Inaxio Uria pedía estos días una condena a ETA por parte de la izquierda abertzale.

- El anuncio de ETA de cesar la actividad terrorista era una noticia anhelada. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Y la familia Uria es un buen ejemplo de los desgarros y heridas que ha dejado la violencia. Todos, y particularmente la Iglesia, debemos acompañar a los sufrientes y buscar una reconciliación basada en el reconocimiento del dolor que han padecido tantas personas y la voluntad de que algo así no se repita jamás.

- Las sociedades occidentales están en crisis. ¡Qué dirán en África!

- No deberíamos pensar que nos enfrentamos a una crisis puntual ni estar a la espera de que las leyes de la economía dejen atrás este ciclo. Esperar a superar 'el bache' es una actitud técnicamente dudosa y humanamente pobre. Debemos hacer oír la voz de todos a los que el sistema deja a un lado. Y ellos nos piden un cambio profundo. La crisis no es económica ni financiera sino de valores. No hablamos tanto de caridad sino de justicia.

- Retos en la Compañía de Jesús...

- Tratar de responder a la cuestión de la evangelización o la fe en una sociedad cada vez más secularizada. Queremos abordar el tema de las vocaciones y ampliar nuestro servicio de calidad a los últimos de la sociedad.

- Los últimos...

- Cuando las fuerzas del individualismo social aumentan, necesitamos acompañar, servir y defender a los pobres y excluidos. Otro reto es llevar a cabo nuestra misión con los laicos en colaboración mutua. Solos resulta muy difícil. En el País Vasco y Navarra tenemos una universidad, seis colegios, muchos centros sociales y santuarios. La labor la llevamos con otros. Y es un reto hacerlo juntos. Llevamos años haciéndolo juntos pero hay que intensificar la colaboración.

- Habla de la misión de la Compañía...

- Tiene que ver con la fe, la justicia y el diálogo.

- También habla de sociedad secularizada a increyente.

- Hay gente joven o de edad media con inquietudes religiosas o por la trascendencia. Pero lo religioso, los valores humanistas y cristianos se han diluido en la sociedad.

- La jerarquía católica se cierra a la disidencia. Está la censura a los libros de Pagola, el abandono de Joxe Arregi o la rebeldía del teólogo Juan José Tamayo.

- Cada caso es diferente. El que he seguido más de cerca es el de Arregi. A mí me parece que en la Iglesia es importante que haya una pluralidad. El servicio a la comunión es importante y la Iglesia debe garantizar que la sana pluralidad de la comunidad cristiana encuentre acomodo en su interior. Y hay espacio para carismas y voces diversas, siempre dentro de una comunión fundamental. Existen diversas sensibilidades y a veces se dan situaciones difíciles y conflictivas, pero como en cualquier otra organización.

- Sus retos.

- La Compañía de Jesús está inmersa en un proceso de actualización de su misión para ganar en eficacia. Un sector social agrupa a instituciones que trabajan en inmigración, con presos o personas necesitadas. Se trabaja con creatividad en la espiritualidad ignaciana, a través de los ejercicios espirituales. El proceso de integración de las 5 provincias en España se realiza con gran sensibilidad a la diversidad. Y queremos propiciar la corresponsabilidad de los laicos en la Compañía.

RD

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