Ya está. Último día del año. Se hace necesario recapitular. ¿Ha ido bien?. ¿Pudo estar mejor?- Tal y como han sucedido los acontecimientos de este desangelado 2011 la palabra sobrevivir se convierte en pócima mágica para entrar con buen pie en el 2012. Y no, no voy a cansar a mis lectores con una recapitulación de acontecimientos como suele ofrece la RTVE. Para eso ya están ellos. Unos se han ido, otros han llegado, es la historia interminable. Así que como se suele decir “Virgencita que me quede como estaba”.
Pero también deseo algo más para mis lectores. Les quiero regalar una buena dosis de optimismo. Y para eso basta con sumergirse en la historia universal. No estamos tan mal como nos quieren hacer creer. Hubo tiempos peores. Vale, la tierra se mueve y nos deja algún que otro terremoto. Hay inundaciones, pero nada parecido a lo de Noé. De manera que la vida sigue siendo un cúmulo de pequeños milagros cotidianos. Y es conveniente dar las gracias por todas esas pequeñas cosas que nadie parece recordar: el agua caliente, la nevera y el congelador, la calefacción, el ascensor, el móvil. La verdad, hay bastantes cosas que nos hacen la vida más agradable que a nuestros antepasados. Puestos a recordar nos dejaba en este año el inventor de la fregona. Todo un hito en avances domésticos. Y bueno, es verdad que vivimos acelerados, pero también es cierto está en nuestras manos apretar el freno de mano y dejar que algunos días tengan otro ritmo.
Si, no me olvido de esos pobres infelices que malviven en países subdesarrollados. Pero tengo solución, evitar los paraísos fiscales y suprimir las industrias de armamentos. Poner freno a la corrupción y encarcelar a los criminales pecuniarios o de otra índole. No me negaran que es una propuesta a tener en cuenta. Y ya puestos en faena dejemos que los impuestos graven en justicia proporcional y equitativa. Porque lo cierto es que los pobres de solemnidad sólo tenemos la Seguridad Social para cuando el cuerpo ya no aguanta. Mientras que las grandes fortunas suelen pagarse tratamientos en clínicas punteras. Así que, me niego a dejar que la crisis desmantele el pequeño estado de bienestar social construido con el sudor de cada trabajador.
Les recordaría que los bancos y las cajas de ahorros han limado los ahorros de miles de inversores modestos. Les han congelado su futuro, casi lo han convertido en humo. Mientras subían las primas de los altos cargos y consejeros de esas Entidades. Y algún que otro aristócrata no tenían suficiente y se dedicó a crear sociedades fantasma y evadir impuestos en paraísos fiscales. Para resumir, que algunos roban y no parece que la Justicia les preocupe. Mientras otros son desalojados de su vivienda por no poder pagar la hipoteca. Y su hogar sale a subasta pública. En fin, vivir para ver.
Pero al margen de esa triste realidad, lo cierto es que tener salud, trabajo, una familia y amigos, ya es para pensar que te ha tocado la lotería. Y puestos a desear, propongo que reciban una buena dosis de esperanza y optimismo, confianza en el Señor que todo lo puede y no en los Césares que arruinan los países. Y es que la vida es un trayecto sin retorno y vale la pena aprovechar cada sorbito y que nos quiten lo bailado. Por eso amigos, mucho ánimo en este nuevo año que se avecina tormentoso. Seguro que salimos de la crisis y encontramos esos líderes que les hace falta a este siglo XXI. Personas con visión de futuro y capacidad de liderazgo que sepan llevar a buen puerto la nave en la que estamos embarcados.
Y también nos hace falta una buena dosis de utopía. La globalización tiene sus cosas buenas. Al final todo se sabe y es más difícil engañar al incauto. Sólo por eso merece la pena seguir apostando por la solidaridad y la equidad distributiva de esta Tierra que se nos ha dado de manera gratuita para vivir todos con dignidad. Así que, amigos míos, ánimo el futuro nos espera con los brazos abiertos. No tengamos miedo que la vida como dijo Santa Teresa de Jesús “es una noche en una mala posada”. Pero también puede ser el banquete al que todo hijo es llamado por su Padre. Feliz 2012. Que el Señor les bendiga.
Carmen Bellver
Diálogo sin fronteras
No comments:
Post a Comment