El Papa en Cuba. Los motivos escondidos

El próximo año una "misión" difícil para Benedicto XVI en la que fue la tierra de la "Revolución"

MARCO TOSATTI
ROMA

El Papa no ha indicado las fechas exactas de su visita a Cuba en la homilía de la misa celebrada en lunes 12 de Diciembre en honor a la Virgen de Guadalupe, y en conmemoración del bicentenario de la independencia de algunos países sudamericanos. Pero el arzobispo de Cuba, Dionisio García Ibáñez, ha afirmado que se está ya elaborando un programa provisional. El enviado del Vaticano se encuentra en Cuba durante estos días para concretar las fechas y los lugares de las diversas celebraciones.

El prelado ha afirmado que Benedicto XVI visitará el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, donde tendrá lugar una reunión con los obispos cubanos. En 1998 Juan Pablo II presidió una misa al abierto en la plaza Antonio Maceo; el acontecimiento se repetirá desde el otro lado de dicha plaza.

Es muy probable que, siguiendo el deseo expresado por los obispos cubanos, el momento central, desde un punto de vista litúrgico, de la visita pontifica tenga lugar el domingo 25 de marzo, fiesta de la Encarnación del Verbo. En esa fiesta, que precisamente podría tener como escenario el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, "María tiene su lugar, pero Jesús es la figura central", ha declarado a Zenit el obispo Emilio Aranguren de Holbin, recordando el lema del Jubileo: "A Jesús por María: la caridad nos une". El viaje que comprenderá la visita a Cuba y a México tendría que tener lugar entre el 23 y el 29 de marzo, aunque todavía no haya confirmaciones oficiales.

Pero hay en juego muchas cosas, en el viaje de Benedicto XVI, el segundo viaje realizado por un Papa a la "Perla del Caribe". La Iglesia cubana está insistiendo desde hace algún tiempo, en la preparación de este jubileo de los 400 años, sobre su significado bíblico. Y como se recordará el jubileo bíblico requería la liberación de los esclavos, es un momento en el cual se perdonan las culpas y se deja en libertad a los prisioneros. La visita de Benedicto XVI podría estar acompañada y subrayada por un gesto de clemencia por parte del gobierno cubano hacia algunos grupos de prisioneros, sobre todo mujeres y enfermos.

Tras la visita de Juan Pablo II en 1998 el gobierno de Fidel proclamó el día de Navidad como día festivo. En la visita papal que se está preparando, en fechas cercanas a la Semana Santa, podría repetirse un gesto de buena voluntad. Y esta vez podrá volver a ser festivo el Viernes Santo, como lo era antes en la isla. Y Benedicto podría dar un impulso al proceso de beatificación y canonización del siervo de Dios Félix Varela y Morales que se convertiría de este modo en el tercer beato de la Iglesia cubana. Su nombre se pronuncia a menudo en los discursos papales que hacen referencia a Cuba, y su trabajo a favor de la cultura y la independencia del país hace que tampoco desagrade al gobierno.

La primera invitación para el Papa llegó durante la visita al limina de los obispos cubanos en el 2008. Y se inició a trabajar en el santuario del Cobre, creando una vía para los peregrinos, "El camino de la Virgen", que comprende varias "paradas" en lugares que forman parte de la historia de la imagen original de la virgen, desde que fue encontrada en 1612 hasta el actual santuario, situado a unos 15 kilómetros de Santiago de Cuba.

Son quince kilómetros que Benedicto XVI recorrerá para alcanzar como peregrino La Caridad del Cobre. Y naturalmente esta visita, además de su significado religioso, tiene reflejos políticos muy importantes. Que hacen que el gobierno de La Habana la mire complacido. La situación económica y social de la isla es muy seria, por no decir grave; y aunque Venezuela inicialmente haya ocupado el lugar de la Unión Soviética como principal partner de la isla, Cuba ha orientado su equilibrio hacia Pekín. El intercambio comercial con China ha ascendido de 440 millones de dólares en el 2001 a 1830 millones en el 2010; en junio visitó la isla el vicepresidente chino Xi Jinping para firmar diversos acuerdos bilaterales, y un Instituto Confucio que ha abierto en La Habana se ha encontrado en poco tiempo con más de 500 alumnos que estudian mandarín.

Raul Castro y sus colaboradores ven el modelo chino como un posible ejemplo para la isla. Y están tratando de poner en marcha una reforma económica con grandes riesgos sociales. La Habana está apostando por un cambio gradual de su economía siguiendo el modelo chino: una economía liberista en un contexto político de tipo marxista. La República Popular china es hoy el partner más importante de Cuba.

El 15 de noviembre pasado Han Qide, vicepresidente del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional de visita a Cuba ha declarado: "Los parlamentarios de Cuba y de China mantienen excelentes relaciones y tenemos como objetivo fortalecer todavía más estos vínculos". Han Qide preside también la Asociación por la Paz y el Desarme del Pueblo Chino y se encontraba de visita invitado por su homólogo Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. De todos modos, el régimen necesita también el amortiguador social que representa la Iglesia, antes de proceder de manera más decisiva con las reformas económicas, que harán que la vida de muchos isleños, que ya no es fácil, sea todavía más dificultosa.

Vatican Insider