CIUDAD DEL VATICANO, 28 de diciembre de 2011 – El año que viene, "si Dios quiere", está previsto el cuarto Consistorio de Benedicto XVI, con la creación de nuevos cardenales. Gracias a estas nuevas incorporaciones, el número de purpurados electores nombrados por Ratzinger superará por primera vez el de nombramientos wojtylianos en el colegio de electores del Papa.
La fecha más probable del nuevo Consistorio será el fin de semana que antecede al 22 de febrero, fiesta litúrgica de la Cátedra de san Pedro, tradicionalmente asociada a los Consistorios, pero el próximo año no utilizable, porque coincide con el Miércoles de Cenizas.
En los tres anteriores Consistorios de Benedicto XVI - celebrados el 24 de marzo de 2006, el 24 de noviembre de 2007 y el 20 de noviembre de 2010 – el anuncio oficial fue dado casi un mes antes y siempre al final de una audiencia general de los miércoles: respectivamente el 22 de febrero, el 17 de octubre y el 20 de octubre de esos años. Si está cadencia temporal se mantendrá también esta vez, se puede suponer que los nombres de los nuevos cardenales que serán creados el 19 de febrero podrían ser conocidos al final de la audiencia del miércoles 18 de enero.
Hasta ahora, Benedicto XVI ha creado 62 cardenales, 12 de los cuales al momento de recibir la púrpura ya habían superado los ochenta años. Actualmente están vivos 57, los que tienen derecho de voto son 46, que se convertirán en 45 el 13 de enero próximo, cuando el chino Joseph Zen supere la edad que no permite más a un cardenal participar en un cónclave.
Sobre la base de las normas establecidas por Pablo VI en 1973 y confirmadas por Juan Pablo II, el número máximo de cardenales electores – los que según ha sido establecido en 1970 con el Motu Proprio “Ingravescentem aetatem” si tienen menos de ochenta años tienen derecho a participar en un eventual cónclave – está fijado en 120.
Actualmente los cardenales son 192. Los que tienen menos de ochenta años llegan a 109, que descenderán a 107 el 19 de febrero (además de Zen, en efecto, también habrá cumplido 80 años el 6 de enero el portugués José Saraiva Martins). Esto quiere decir que en el próximo Consistorio los nuevos purpurados serán al menos 13, pero más probablemente 15 y más, visto que en los meses posteriores del 2012 otros 11 purpurados cumplirán los 80 años.
Hasta ahora Benedicto XVI ha superado el techo de los 120 de una sola unidad (sucedió en el 2007 y en el 2010). Esta vez entonces los nombramientos en más podrían ser ligeramente más numerosos, pero siempre muy inferiores a los que hubo con Juan Pablo II, cuando se alcanzó – luego de los Consistorios del 2001 y del 2003 – la cifra record de 135 cardenales electores.
En el Palacio Apostólico ya han comenzado a circular las listas de los nuevos cardenales, pero la definitiva quedará establecida, como siempre, sólo poquísimos días antes del anuncio.
En el Consistorio del 2010 la mitad de los puestos cardenalicios fue asignada a los dirigentes de la curia y de otras oficinas eclesiásticas romanas que prevén un purpurado en el cargo. Para el 2012 los nombramientos esperados remiten a los italianos Fernando Filoni (prefecto de Propaganda Fide), Domenico Calcagno (presidente del APSA), Giuseppe Versaldi (presidente de la prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede) y Giuseppe Bertello (presidente del gobierno del Estado de Ciudad del Vaticano), el brasileño João Braz de Aviz (prefecto de la Congregación para los Religiosos), el estadounidense Edwin F. O’Brien (pro-gran maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro) y el español Santos Abril y Castello (arcipreste de la basílica papal de Santa María la Mayor). A estos podrían agregarse Francesco Coccopalmerio (presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos) y/o Rino Fisichella (presidente del neonato Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización).
En lo que respecta a las diócesis tradicionalmente guiadas por un cardenal, parece que será respetada la praxis que prevé no crear uno nuevo allí donde haya presente un emérito que todavía no haya superado los ochenta años. Una excepción, si la habrá, podría estar dada por Timothy Dolan, en Nueva York, y por el dominico Dominik Duka, en Praga, cuyos eméritos cumplirán 80 años, respectivamente, el 2 de abril y el 17 de mayo.
A la lista deberían ingresar los nuevos arzobispos de Berlín (Rainer Maria Woelki), de Toronto (Thomas C. Collins) y de Utrecht (Willem J. Eijk), el obispo de Hong Kong (John Tong), y en El Líbano el nuevo patriarca maronita Bechara Rai y en la India el nuevo arzobispo mayor de los siro-malabares, George Alencherry.
Más compleja es la cuestión de las sedes episcopales cuyo cardenal emérito no se ha jubilado, sino que ha sido llamado a otra tarea en la curia romana. Es el caso de Florencia, de Toledo y de Quebec, cuyos "arzobispos eméritos" (así definidos en el Anuario Pontificio) son ahora, respectivamente, presidente del Pontificio Consejo para la Familia (Ennio Antonelli), prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Antonio Cañizares) y prefecto del dicasterio para los Obispos (Marc Ouellet). En el 2010 la práctica de excluir la presencia, en una misma sede, de dos cardenales votantes se aplicó rigurosamente también en casos similares. Para el 2012 no se habría tomado todavía una decisión definitiva, aunque parece prevalecer la idea de confirmar esta aplicación rígida.
Deberán esperar otra ocasión los arzobispos de Los Ángeles, Filadelfia, Westminster, Malinas-Bruselas, Turín, Sevilla, Río de Janeiro, San Salvador de Bahía, Santiago de Chile, Bogotá, Quito, Yakarta y Manila.
Más allá de los nombres elegidos, queda en pie el hecho que en el transcurso del 2012 – con el nuevo Consistorio y con los 13 cardenales que superarán los 80 años, dos solos de los creados durante el actual pontificado (Zen y el filipino Gaudencio Rosales) – el colegio de los electores del Papa estará compuesto por primera vez por purpurados en su mayoría creados por Benedicto XVI.
Se entiende, naturalmente, que el papa Ratzinger podrá crear el 19 de febrero también uno o más cardenales “ad honorem”, es decir que ya hayan superado los 80 años.
La fecha más probable del nuevo Consistorio será el fin de semana que antecede al 22 de febrero, fiesta litúrgica de la Cátedra de san Pedro, tradicionalmente asociada a los Consistorios, pero el próximo año no utilizable, porque coincide con el Miércoles de Cenizas.
En los tres anteriores Consistorios de Benedicto XVI - celebrados el 24 de marzo de 2006, el 24 de noviembre de 2007 y el 20 de noviembre de 2010 – el anuncio oficial fue dado casi un mes antes y siempre al final de una audiencia general de los miércoles: respectivamente el 22 de febrero, el 17 de octubre y el 20 de octubre de esos años. Si está cadencia temporal se mantendrá también esta vez, se puede suponer que los nombres de los nuevos cardenales que serán creados el 19 de febrero podrían ser conocidos al final de la audiencia del miércoles 18 de enero.
Hasta ahora, Benedicto XVI ha creado 62 cardenales, 12 de los cuales al momento de recibir la púrpura ya habían superado los ochenta años. Actualmente están vivos 57, los que tienen derecho de voto son 46, que se convertirán en 45 el 13 de enero próximo, cuando el chino Joseph Zen supere la edad que no permite más a un cardenal participar en un cónclave.
Sobre la base de las normas establecidas por Pablo VI en 1973 y confirmadas por Juan Pablo II, el número máximo de cardenales electores – los que según ha sido establecido en 1970 con el Motu Proprio “Ingravescentem aetatem” si tienen menos de ochenta años tienen derecho a participar en un eventual cónclave – está fijado en 120.
Actualmente los cardenales son 192. Los que tienen menos de ochenta años llegan a 109, que descenderán a 107 el 19 de febrero (además de Zen, en efecto, también habrá cumplido 80 años el 6 de enero el portugués José Saraiva Martins). Esto quiere decir que en el próximo Consistorio los nuevos purpurados serán al menos 13, pero más probablemente 15 y más, visto que en los meses posteriores del 2012 otros 11 purpurados cumplirán los 80 años.
Hasta ahora Benedicto XVI ha superado el techo de los 120 de una sola unidad (sucedió en el 2007 y en el 2010). Esta vez entonces los nombramientos en más podrían ser ligeramente más numerosos, pero siempre muy inferiores a los que hubo con Juan Pablo II, cuando se alcanzó – luego de los Consistorios del 2001 y del 2003 – la cifra record de 135 cardenales electores.
En el Palacio Apostólico ya han comenzado a circular las listas de los nuevos cardenales, pero la definitiva quedará establecida, como siempre, sólo poquísimos días antes del anuncio.
En el Consistorio del 2010 la mitad de los puestos cardenalicios fue asignada a los dirigentes de la curia y de otras oficinas eclesiásticas romanas que prevén un purpurado en el cargo. Para el 2012 los nombramientos esperados remiten a los italianos Fernando Filoni (prefecto de Propaganda Fide), Domenico Calcagno (presidente del APSA), Giuseppe Versaldi (presidente de la prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede) y Giuseppe Bertello (presidente del gobierno del Estado de Ciudad del Vaticano), el brasileño João Braz de Aviz (prefecto de la Congregación para los Religiosos), el estadounidense Edwin F. O’Brien (pro-gran maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro) y el español Santos Abril y Castello (arcipreste de la basílica papal de Santa María la Mayor). A estos podrían agregarse Francesco Coccopalmerio (presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos) y/o Rino Fisichella (presidente del neonato Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización).
En lo que respecta a las diócesis tradicionalmente guiadas por un cardenal, parece que será respetada la praxis que prevé no crear uno nuevo allí donde haya presente un emérito que todavía no haya superado los ochenta años. Una excepción, si la habrá, podría estar dada por Timothy Dolan, en Nueva York, y por el dominico Dominik Duka, en Praga, cuyos eméritos cumplirán 80 años, respectivamente, el 2 de abril y el 17 de mayo.
A la lista deberían ingresar los nuevos arzobispos de Berlín (Rainer Maria Woelki), de Toronto (Thomas C. Collins) y de Utrecht (Willem J. Eijk), el obispo de Hong Kong (John Tong), y en El Líbano el nuevo patriarca maronita Bechara Rai y en la India el nuevo arzobispo mayor de los siro-malabares, George Alencherry.
Más compleja es la cuestión de las sedes episcopales cuyo cardenal emérito no se ha jubilado, sino que ha sido llamado a otra tarea en la curia romana. Es el caso de Florencia, de Toledo y de Quebec, cuyos "arzobispos eméritos" (así definidos en el Anuario Pontificio) son ahora, respectivamente, presidente del Pontificio Consejo para la Familia (Ennio Antonelli), prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Antonio Cañizares) y prefecto del dicasterio para los Obispos (Marc Ouellet). En el 2010 la práctica de excluir la presencia, en una misma sede, de dos cardenales votantes se aplicó rigurosamente también en casos similares. Para el 2012 no se habría tomado todavía una decisión definitiva, aunque parece prevalecer la idea de confirmar esta aplicación rígida.
Deberán esperar otra ocasión los arzobispos de Los Ángeles, Filadelfia, Westminster, Malinas-Bruselas, Turín, Sevilla, Río de Janeiro, San Salvador de Bahía, Santiago de Chile, Bogotá, Quito, Yakarta y Manila.
Más allá de los nombres elegidos, queda en pie el hecho que en el transcurso del 2012 – con el nuevo Consistorio y con los 13 cardenales que superarán los 80 años, dos solos de los creados durante el actual pontificado (Zen y el filipino Gaudencio Rosales) – el colegio de los electores del Papa estará compuesto por primera vez por purpurados en su mayoría creados por Benedicto XVI.
Se entiende, naturalmente, que el papa Ratzinger podrá crear el 19 de febrero también uno o más cardenales “ad honorem”, es decir que ya hayan superado los 80 años.
Sandro Magister
RD
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