El arzobispo chileno pide prisiones "para la redención"
Presidió una misa paar recordar
a las 81 víctimas del hacinamiento
de la cárcel de San Miguel
(Fides).- Hace un año en la cárcel de San Miguel 81 encarcelados perdieron la vida y 14 fueron heridos en una rebelión provocada por la sobrepoblación. Para recordar esta tragedia, el arzobispo de Santiago,monseñor Ricardo Ezzati, ha presidido una misa de sufragio a la que asistieron las familias de las 81 víctimas.
Monseñor Ezzati ha pedido a las autoridades mejorar las condiciones de los presos y solidarizarse con las familias.
Según una nota enviada por la Conferencia Episcopal de Chile a la Agencia Fides, durante la celebración, las 81 familias llevaron 81 cruces con los nombres de los prisioneros fallecidos como símbolo de su presencia en una ceremonia llena de signos y mensajes cristianos.
Los familiares de las víctimas llevaron en la mano velas como simbolo de esperanza, flores para sembrar en la prisión donde sus seres queridos murieron, y, finalmente, un corazón rojo como símbolo de la conversión interior. Detrás de la familia, los carteles de la asociación "81 Razones", con la inscripción: "Privados de libertad, pero no de dignidad".
Monseñor Ezzati, en su homilía dijo firmemente: "Podemos construir una sociedad fraternal y amistosa, donde las personas se identifican como tales, más allá de sus debilidades, solo si nuestra existencia está basada en los valores que reconocen que Dios es el Padre de todos y fuente de dignidad para todos. Si en nuestra sociedad, esta verdad fuera reconocida, nuestras cárceles no serían un lugar donde se pisotea la dignidad humana, sin posibilidad de renovación, sino que sería un lugar donde poder cambiar de vida sería posible. Chile necesita caminar con determinación hacia una cultura donde las personas que se han equivocado encuentran el espacio para la renovación y nuevas formas de vida y esperanza".
El Arzobispo concluyó lanzando un llamamiento a las autoridades: "Ruego en el nombre del Señor, a todas las autoridades del país a redoblar sus esfuerzos para que los hermanos prisioneros en las cárceles de Chile puedan encontrar, no sólo un lugar de castigo, sino un lugar de redención, donde puedan pensar que un futuro diferente es posible. Estas tarea y esta responsabilidad es de toda la sociedad".
La Iglesia en varias ocasiones ha denunciado la dramática realidad de las cárceles en Chile, donde hay una sobrepoblación del 70% a nivel nacional. En la prisión de San Miguel, hace un año, acogía a cerca de 2.000 presos, cuando el edificio puede acomodar sólo un millar, y esto se refleja en todo el país con una población carcelaria de 54.000 personas recluidas en un centro de detención que puede alojar al máximo 34.000.
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