Meditando con los santos y beatos del día: S. DOMINGO DE GUZMÁN

Hoy, 8 de Agosto, la Iglesia se viste de negro y blanco dominico para celebrar con alegría a SANTO DOMINGO DE GUZMN quien muriera santamente el 6 de agosto de 1221 en ciudad de Bolonia, Italia. Nacido hacia 1170 en Caleruega, Provincia de Burgos, España, fue fundador de la Orden de los Predicadores conocida como los Dominicos. En 1234 el Papa Gregorio IX le proclamó Santo, solo 13 años después de su muerte. Sus reliquias se veneran en la Iglesia de santo Domingo en Bolonia, Italia. Unidos, pues, a la familia de los Dominicos extendida difusamente en América y en todo el mundo, y a quienes felicitamos cordialmente, brindemos nuestro vivo aplauso a Santo Domingo de Guzmán.
Meditación
"Mi familia pertenecía a la noble familia de los Guzmán, de quienes recibí una instrucción muy buena. Seguí filosofía y teología en la escuela de la Catedral de Palencia y, diez años después, tuve la gran alegría de ser ordenado sacerdote. En un viaje a Francia, fui testigo de la gran confusión que reinaba en esta tierra lo que motivó que naciera en mí un fuerte deseo de ser misionero. Estaba convencido que sólo el buen ejemplo podría hacer que la fe católica retornase en el buen camino. Encontré algunos amigos con quienes empezamos a hacer algunos ensayos de testimonio cristiano. Vestidos humildemente, como pobres mendicantes y muchas veces en ayuno, empezamos a visitar aldeas y pueblos. Sólo con el ejemplo de vida se podía retomar el catolicismo de las manos heréticas que lo habían conquistado. No queríamos dar solo palabras, sino demostrar un estilo de vida. Aunque también las palabras eran importantes. Es decir, una buena y convincente predicación. Y estas experiencias fueron las primeras semillas de la Congregación que más adelante fundé cimentada en la espiritualidad de las reglas de San Agustín. Nuestra finalidad era defender los derechos de la Iglesia Católica y reconquistar lo que se había perdido. No cabía duda, vimos que esto era obra de Dios. La congregación se difundió rápidamente, surgieron numerosos monasterios en los que la rectitud, el celo apostólico, el espíritu de sacrificio, la enseñanza de la Biblia con palabras y el ejemplo, animaban toda la vida diaria. No sólo hablar "de", sino vivir "como" . La gente nos empezó a conocer como los predicadores. Radio Vaticano