El padre Alejandro Solalinde, amenazado de muerte por los narcotraficantes mexicanos, seguirá la indicación del obispo Óscar Armando Campos
REDACCIÓNROMA
El sacerdote Alejandro Solalinde acababa de regresar al país a pesar de las amenazas de grupos criminales en su contra por ayudar a los migrantes en la dramática situación que viven para llegar a los Estados Unidos. Sin embargo, el misionero escalabriano, que fundó en 2007 el albergue “Hermanos del camino” ubicado en Ixtepec, en el estado mexicano de Oaxaca, tendrá que abandonar la obra que creó por orden del obispo de la diócesis de Santop Domingo Tehuantepec, Óscar Armando Campos.
El albergue “Hermanos en el Camino” ofrece alimento, alojamiento, apoyo psicológico, médico y jurídico, además de orientación a los migrantes de Centro y Sudamérica, Asia y África que tratan de llegar a los Estados Unidos por México.
Pero el obispo del que depende, pidió explícitamente al fundador del albergue para migrantes que se trasladara a una parroquia para aplacar su «protagonismo». El padre Solalinde, en una entrevista televisiva, cometó la decisión de su superior en estos términos: «Algunas personas ven que yo hago todo eso para lucirme, para salir en la foto, para ser famoso. La palabra del obispo es “protagonista”». Al concluir la entrevista, Solalinde, recordando las recientes amenazas de muerte en su contra que hicieron algunos grupos del crimen organizado mexicano, idicó que «No tengo miedo; tengo un dolor muy grande, porque puedo luchar contra los cárteles, contra Los Zetas, contra los funcionarios públicos, pero no puedo luchar contra mi Iglesia».
Vatican Insider
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