Los cardenales quieren saber los trapos sucios del Vaticano

No sólo las estatuas se han quedado de piedra en el Vaticano cuando los cinco cardenales brasileños han dicho que quieren tener acceso al informe Vatileaks, para poder votar con pleno criterio. 

Y no han sido los únicos. Más de una voz purpurada ya ha dicho que es indispensable conocer la verdad de lo que sucede en la Santa Sede antes de encerrarse en la Capilla Sixtina.

En esta línea, el cardenal Séan Patrick O'Malley, arzobispo de Londres ha afirmado: "Vatileaks acaparó titulares durante mucho tiempo, pero yo aún no sé lo importante que esas cuestiones son para el trabajo del cónclave. Estoy seguro de que los cardenales podremos compartir la información que es realmente importante para poder tomar esta importante decisión"

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se atrevió a calificar de "normal" la reclamación de los cardenales más rebeldes. 

Pero otra cosa, es airear entre la élite eclesiástica, los renglones torcidos de la Santa Sede, que precipitaron la renuncia de Benedicto XVI. 

"Nosotros somos hombres de fe, no tenemos miedo. Estamos muy felices y seguros de que las cosas irán bien. Confiamos en Dios. Ciao.", comenta informalmente el cardenal John Onaiyekan. 

El informe Vatileaks, encargado por Benedicto XVI a tres purpurados, uno de ellos español, incluye un dossier en el que se detallan todos los documentos que volaron del despacho del Papa y que costaron el puesto al mayordomo de éste.