El cardenal argentino, miembro de la curia, habló sobre la designación de Francisco y la crisis de la Iglesia
"Solamente a un loco puede ocurrírsele ser papa con todos los problemas que hay", dijo hoy el cardenal argentino Leonardo Sandri, uno de los "papables" que sonaban en el Vaticano antes del cónclave que eligió a su compatriota, Jorge Bergoglio, actualmente Francisco.
El cardenal de 69 años, miembro de la curia, se río y se fastidió cuando Ernesto Tenembaum, en Rock & Pop, le preguntó si estaba celoso por la elección del ex arzobispo de Buenos Aires, a quien conoce desde la adolescencia.
"¿Celoso, yo? Ser loco es ser papa. Solamente a un loco puede ocurrírsele ser papa con todos los problemas que hay. Le deseo lo mejor, no le tengo ninguna bronca. Estoy felicísimo", contestó, al hacer referencia a una Iglesia en crisis, especialmente golpeada por las revelaciones de Vatileaks -que mostró las internas de pode en la curia-, por las acusaciones de lavado de dinero en el Banco del Vaticano, y por casos de abusos sexuales en la Iglesia.
"Se trata de casos particulares, deleznables, inaceptables. Hay que saber detectar a los malhechores y erradicarlos de la Iglesia", opinó al respecto Sandri, y dijo que las generalizaciones hacia todos los miembros de la Iglesia es "inaceptable".
También dijo que "pudo haber habido" casos de lavado de dinero en el Vaticano, pero que "están en vías de ser aclarados".
Sandri se enojó también al referirse al artículo periodístico que daba cuenta de una presunta operación del Gobierno para difundir un dossier con graves acusaciones contra Jorge Bergoglio por su actuación en la dictadura militar para naufragar su candidatura.
"No sé si la palabra bosta sea poco para describir esa nota. Nada de eso ni ha pasado por mi mano ni nada. Eso es de bajo nivel. Es absurdo. Por lo que a mí respecta es completamente falso", se despachó. "No si quiera me preguntaron, ¿qué clase de periodismo es ese?", preguntó sobre el artículo de el diario El Cronista, que también fue desmentido por el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero
La nación
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