Buenos Aires (Patricio Downes, Religión Digital).- El sorpresivo llamado al diálogo de la presidente Cristina Fernández de Kirchner, realizado en el Día de la Independencia, fue bien recibido por el Episcopado de la Argentina que ya se disponía a lanzar una iniciativa similar para superar las diferencias y lograr una profunda reforma política.
La mandataria llamó desde Tucumán, en el norte del país, a una "mesa de diálogo lo más amplia posible". Ocurrió a casi dos semanas de su derrota electoral de mitad de mandato. Un rato antes de su llamado, el vicepresidente primero del Episcopado, Luis Villalba, había criticado la "preopotencia del poder" y pedido "gestos valientes" de diálogo, en su homilía del tedeum por el día patrio.
El mismo día, en casi todas las provincias argentinas, varios prelados coincidieron con ese llamado al diálogo. No hubo pronunciamiento oficial de la Conferencia Episcopal, pero una alta fuente del organismo manifestó su agrado por el llamado presidencial. Fernández de Kirchner dijo que el diálogo debe tener tres ejes: economía, democracia y sociedad.
El arzobispo de Santa Fe y vicepresidente 2° del Episcopado, José María Arancedo, se refirió a la democracia como una búsqueda del bien común. "Y es en su horizonte de valores, de respeto y libertad, donde adquieren su lugar las diversas ideas y proyectos que, en el noble y necesario ejercicio de la política, se debe ir desarrollando y perfeccionando la calidad de vida de la comunidad".
Arancedo agregó que el recuerdo de la independencia y la riqueza delpasado "nos preserva de caer en fundamentalismos nostálgicos como en utopías sin raíces". "Recordar, asumir y purificar el pasado es la base de una comunidad madura y garantía de una libertad creadora", dijo el prelado.
En Rafaela, provincia de Santa Fe, el obispo Carlos Franzini celebró el tedeum al que asistió el primer gobernador socialista de la Argentina, Hermes Binner. El mandatario santafesino planteó "la necesidad de encontrar caminos, de comprender la realidad y entender que es necesario el diálogo, el entendimiento, la comprensión entre nosotros".
Franzini agradeció a Binner su presencia y destacó la importancia del diálogo como "el primer e indispensable paso en el camino del reencuentro y la reconciliación". "El diálogo veraz y perseverante afianza los vínculos más entrañables entre todos los ciudadanos, haciéndonos más solidarios y sensibles para ir al encuentro de nuestros hermanos más pobres, de aquellos todavía excluidos de nuestra fraternidad", subrayó.
El obispo de Rafaela recordó que "la patria es de todos y para todos y la nación no terminará de construirse mientras haya hermanos –hijos del mismo Dios y de la misma tierra- que no tengan acceso a condiciones de vida digna, salud, trabajo, vivienda y ejercicio y respeto de sus derechos ciudadanos". "Festejar un nuevo aniversario de la Independencia nos compromete a procurarla para todos y a trabajar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Así, manifestaremos el compromiso por el bien común, sin el cual nunca podremos superar la grave enfermedad que nos aqueja desde hace tanto: el individualismo personal y sectorial", sostuvo.
En Goya, ciudad del interior de Corrientes, el obispo Ricardo Oscar Faifer, señaló que "siempre es bueno juntarnos en torno al Señor, hacer oraciones, para nosotros mismos, para nuestra ciudad, la provincia y toda la Patria". Monseñor Faifer dijo el tedeum patrio "es un acto religioso, no es un mero protocolo, sino que es una manifestación de la convicción de la fe que tenemos y de saber que estamos en manos del Señor".
Monseñor Faifer recordó el documento "Hacia un Bicentenario con Justicia y solidaridad", escrito por la Conferencia Episcopal Argentina en 2008 -por los 200 años del país que será festejado en 2010-, y señaló que "nuestra mirada es esperanzadora" porque "los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras".
"Creemos estar ahora, en vísperas del Bicentenario, ante una oportunidad única. Podemos aprovecharla privilegiando la construcción del bien común o maltratarla (a la Patria) con nuestros intereses egoístas y posturas intransigentes que nos fragmentan y dividen", dijo Faifer.
Tal como lo había anticipado Religión Digital, el Episcopado de la Argentina se proponía a reeditar su "mesa de diálogo" lanzada en 2001. Casi en sintonía con la propuesta episcopal, la presidente Cristina Fernández llamó ahora a una "profunda reforma política", que incluya el sistema de doble turno electivo, con comicios primarios en los partidos.
"Es necesario discutir a fondo el sistema de representación de los partidos políticos. Estoy hablando de una reforma más amplia, un sistema de doble turno electivo, de elecciones primarias en las que vota el conjunto de la sociedad para que, luego, la ciudadanía elija en una segunda ocasión", señaló el jueves en Tucumán.
Por su parte el obispo de Santa Rosa, La Pampa, Mario Poli, recordó en el tedeum por el 9 de Julio que "en la memoria agradecida por la Nación libre y soberana que heredamos, hoy volvemos la mirada a aquellos padres de la Patria, que en las gestas tucumanas de 1816, realizaron el sublime servicio de cumplir el mandato del pueblo para lo cual habían sido elegidos".
Poli rogó a Dios que "no permita en ninguno de nosotros que nuestras tibiezas y mediocridades, nuestros cálculos mezquinos ante la cosa pública, se traduzcan en promesas incumplidas, atraso del progreso del pueblo, estructuras de injusticia y dolor y postergación de los más pobres".
El obispo de Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, Martín de Elizalde, invitó a pedir por "una existencia pacífica y próspera, con justicia y solidaridad, para todos los habitantes de su suelo". Y recordó que "los comicios (para elegir legisladores y concejales) han pasado ya; nos encontramos ahora frente a la necesidad de realizar la tarea esperada, con grandeza, con generosidad, con eficiencia, y aunque faltan todavía varios meses para que lleguen los días señalados para hacer efectiva la renovación de los cuerpos, es el momento de preparar y de proyectar, de proponer y de explicar, de conciliar y de consensuar".
En todos los casos, los obispos rogaron también por la finalización de la pandemia de Gripe A que ya produjo numerosas muertes en el país e infectó a miles de personas, sin que existan cifras precisas al respecto.
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