- Un sacerdote retira la lápida de los progenitores del 'Führer'
- El lugar se había convertido en un centro de peregrinación neonazi
- 'El objetivo es evitar que se sepa dónde están los restos', explica el cura
El pueblo de Leonding, en la Alta Austria, apenas tiene la torre de la iglesia y las ruinas defensivas como atracciones turísticas, pero sus 20.000 habitantes están acostumbrados a la llegada de autobuses que visitan las calles históricas y toman algo en sus cafeterías y restaurantes. "Algunos vienen con esas botas y la cabeza rapada, esos son fáciles de reconocer. Otros sin embargo parecen gente normal, a veces vienen incluso familias, y todos llegan buscando lo mismo, el cementerio", explica una anciana lugareña a la televisión austríaca ORF.
En el cementerio de Leonding están enterrados Alois y Klara Hitler, los padres del 'Führer', que fallecieron en 1903 y 1907 respectivamente. O al menos lo estaban, porque el párroco del lugar ha decidido desmantelar sus tumbas. Kurt Pittertschatscher ha ordenado retirar la lápida que identificaba los restos del matrimonio a petición de la Red contra el Fascismo, que venía denunciando desde hace años que el lugar se había convertido en un centro de peregrinación neonazi.
"No es que esa tumba tuviera nada de malo, ni que debamos culpar a los Hitler de nada, puesto que los padres no son culpables de los crímenes de los hijos, pero la tumba estaba siendo mal utilizada, para un fin no lícito como es la propaganda nazi, y por eso ha debido desaparecer", explica el padre Pittertschatscher en conversación telefónica.
La misma noche en que se hizo pública la decisión de hacer desaparecer los recordatorios al matrimonio Hitler en el cementerio local, han aparecido pintadas en las que se leen amenazas contra el párroco junto a cruces gamadas. Varios vecinos de la localidad aseguran que la lápida ha sido retirada, pero que los restos no han sido removidos de la tumba y siguen en el mismo lugar. Un detalle que el padre Pittertschatscher no está dispuesto a confirmar ni a desmentir.
Un interés 'retorcido'
"El objetivo de esta medida es evitar que se sepa públicamente dónde están esos restos, por lo que la parroquia se reserva esa información", se limita a decir el sacerdote. El secreto sobre el destino final de los restos de la familia Hitler podría, sin embargo, despertar un"interés aún más retorcido", advierte el portavoz de la Red contra el Fascismo de la Alta Austria, Robert Eimer, que exige que sean entregados a las autoridades y custodiadas por alguna institución histórica.
La decisión del párroco, por lo demás, ha dividido a los habitantes de Leonding entre quienes creen que ha tomado la decisión correcta y quienes consideran que se está profanando el derecho de los Hitler a descansar en paz. La polémica se recrudeció el pasado mes de noviembre, cuando en la festividad de Todos los Santos apareció un jarrón con flores en la tumba con la inscripción "Nunca os olvidaremos"y los símbolos de identificación de las SS.
Hasta ese momento, sólo los iniciados y pocos más sabían que en Leonding estaba la tumba de los padres del 'Führer' del Tercer Reich. Hoy, sin embargo, una hilera de camiones con parabólicas garantiza las conexiones en directo de más de 20 cadenas de televisión para mostrar el lugar donde acaban de ser desmanteladas las tumbas que los neonazis consideran reliquias sagradas.
El Mundo