Los abusos sexuales perpetrados por eclesiásticos ensombrecen la visita a México del Papa Benedicto XVI, que ayer se dio un baño de multitudes en Guanajato. En una ciudad abarrotada de peregrinos, el líder espiritual de la Iglesia Católica sintió el cariño que le profesa buena parte del país, el segundo con mayor número de católicos de todo el mundo. Tras analizar los desafíos globlales con el presidente mexicano, Felipe Calderón, el Papa mantuvo un emotivo encuentro con miles de niños.
La cita estuvo precedida por la presentación de un polémico libro sobre los abusos sexuales a menores perpetrados por el mexicano Marcial Maciel, el fundador de la orden religiosa de los Legionarios de Cristo. Fernando González, unos de los 3 autores de "La voluntad de no saber", acusa al Papa de mirar hacia otro lado:
- "Aquí en México, me juego (lo que sea) a que el Papa no se atreve a tocar a ningún obispo ni arzobispo mexicano. El episcopado ha mantenido un perfil totalmente bajo, de silenciamiento y de desplazamiento del problema".
El Papa se ha negado a recibir a varias víctimas de los abusos, que, entre otras cosas, exigen que entone el mea culpa como ha hecho en otros países ante escándalos similares.
La cita estuvo precedida por la presentación de un polémico libro sobre los abusos sexuales a menores perpetrados por el mexicano Marcial Maciel, el fundador de la orden religiosa de los Legionarios de Cristo. Fernando González, unos de los 3 autores de "La voluntad de no saber", acusa al Papa de mirar hacia otro lado:
- "Aquí en México, me juego (lo que sea) a que el Papa no se atreve a tocar a ningún obispo ni arzobispo mexicano. El episcopado ha mantenido un perfil totalmente bajo, de silenciamiento y de desplazamiento del problema".
El Papa se ha negado a recibir a varias víctimas de los abusos, que, entre otras cosas, exigen que entone el mea culpa como ha hecho en otros países ante escándalos similares.
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