El “factor” Ratzinger en las urnas mexicanas

Algunos analistas observan que la visita del Papa tendrá un efecto en los próximos comicios

GIACOMO GALEAZZI
ENVIADO A LEÓN (GUANAJUATO)

El “factor BXVI” en las urnas mexicanas. Un primer encuentro con el presidente federal Felipe Calderon Hinojosa se dio ayer por la tarde en el aeropuerto internacional de León; hoy está programada la visita de cortesía y el “cara a cara” oficial en la Casa del Conde Rul. Por las calles hay muchísimos espectaculares y carteles con la foto del Papa, los slogans “México siempre fiel”, “Benedicto, hermano, ya eres mexicano”. En la ciudad de León eran muchas las personas que estaban en las azoteas, encaramadas en los espectaculares e incluso en los árboles. Mientras, en el aeropuerto no podía faltar la música de los mariachis y toda la ceremonia estuvo aderezada con los coros para Benedicto XVI. «El Papa agradece mucho la acogida –explicó el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi–, quedó muy impresionado». Lombardi también habló de un Papa «está en muy buena salud. Su voz en el discurso estaba un poco afectada por el aire acondicionado, pero su condición es fantástica. En los últimos tres días prácticamente se preparó para el viaje sin otras celebraciones».

El Pontífice visita México por primera vez, a tres meses de las elecciones presidenciales del primero de julio, y, aunque la Iglesa subraya que su visita no tiene nada que ver con asuntos políticos, y que el Santo Padre no ha previsto encuentros con los candidatos, algunos analistas observan que el evento tendrá un peso en las urnas electorales. En el aeropuerto, Benedicto XVI tuvo un primer encuentro con el presidente Felipe Calderón. Un encuentro «muy cordial», según lo definió Lombardi, en el que también se recordaron la imagen de Juan Pablo II y los 5 viajes que hizo a esta nación; además se tocaron algunos de los principales problemas sociales que existen en el país.

Después de la visita de cortesía al presidente Calderón en la Casa del Conde Rul de la ciudad de Guanajuato, prevista a las 18:00 (hora local, y las 01:00 en Europa) , habrá un saludo para los niños en la cercana Plaza de la Paz. El viaje del Pontífice no tiene nada que ver con la política, respondió a una invitación de la Conferencia Episcopal Mexicana, a la que se unió la Presidencia de la República, y esta visita se lleva a cabo en Guanajuato como “recompensa” para su población que siempre se ha mantenido, en su inmensa mayoría, fiel a la Iglesia católica, afirmó el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, que al alejar cualquier duda, subraya que la responsabilidad del Papa es la de la «evangelización». Y añade que «pensar que el Papa pueda dedicar su tiempo para apoyar a un partido político, significa no tener en cuenta la verdadera dimensión de nuestras posibilidades». También el Nuncio Apostólico, Christopher Pierre, explica que los candidatos presidenciales fueron invitados a participar en una de las Misas que celebrará Benedicto XVI, pero el Papa no se entrevistará con ellos, porque no visita el país para influir en el proceso electoral, sino para «hablar de temas que preocupan al país, como la violencia, la pobreza, la educación, la fe».

Sin embargo, no faltan los analistas políticos que consideran que la visita del papa tendrá un peso a la hora de los comicios, entre ellos Roberto Blancarte, investigador de El Colegio de México (centro de educación superior y de estudios académicos público) y autor del libro “Estado laico”. «Resulta ingenuo pensar, indicó, que ni la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ni la Nunciatura Apostólica en México, ni el Vaticano, ni el Gobierno federal hayan tomado en cuenta que las fechas en que se encontrará el Pontífice en Guanajuato, del 23 al 26 de marzo, estará abierto el proceso electoral más importante del sexenio», sostiene Blancarte, convencido de que la presencia de Benedicto XVI beneficiará sustancialmente al partido en el poder, el Partido Acción Nacional (PAN), dado que el presidente Felipe Calderón será el único que tenga en la agenda una entrevista con el “jefe” del Estado Vaticano.

Mientras tanto, ha hablado de Cuba el ex Nunxio en la isla, Angelo Becciu. Es una de las figuras centrales entre las que organizaron el viaje apostólico de Benedicto XVI al Caribe, a donde llegará el Papa el lunes próximo. En este viaje, mons. Becciu se encuentra, ovbiamente, en el séquito papal. En una entrevista con la Radio Vaticana, mons. Angelo Becciu, hosy sustituto de la Secretaría de Estado, afrontó el tema de las relaciones entre el estado y la Iglesia en la tierra de Fidel Castro, a pocas horas de las palabras del Papa, que definió al marxismo como «fuera de la realidad». Y afirma que la Iglesia «goza de la aceptación del gobierno», ha aumentado su papel y sus relaciones con el estado se orientan hacia un «diálogo sincero, un diálogo en el que la Iglesia puede decir a los gobernantes lo que piensa, lo que quisiera que se hiciera realidad por el bien del pueblo cubano». «Las relaciones entre estado e Iglesia –afirmó Becciu– son bastante buenas: hace apenas dos años celebramos los 75 años de relaciones diplomáticas nunca interrumpidas entre la Santa Sede y el estado cubano. Pero está claro que el “termómetro” verdadero para medir las buenas relaciones es la situación de las relaciones entre el gobierno y la Iglesia local. Digamos que, sobre todo en el último periodo, después de Juan Pablo II, las relaciones se han vuelto muy fluidas, eficientes, porque la Iglesiaha logrado tener mayores espacios para su acción. Se puede decir que salió de las sacristías en las que había estado obligada a vivir, ha desarrollado una mayor actividad de catequesis y, además, ahora cuenta con la posibilidad de llevar a cabo su actividad caritativa». Claro, admite Becciu, la desconfianza no se ha disipado del todo, y si, «una parte de los políticos la ha hecho caer, todavía hay algunas reservas por parte de otros, no hay que escondérnoslo: hay algunos que viven con una cierta idea del Estado, con una cierta idea de la vida que no colinda con la de la Iglesia. Por ello, permanecen refractarios, permanecen desconfiados ante las propuestas de la Iglesia. Pero, para muchos otros, en cambio, ha habido un cambio de actitud».

Vatican Insider