El próximo primero de abril, un sacerdote anglicano tratará de resistir por más de 120 rounds consecutivos. ¿El objetivo? Recoger fondos para un centro juvenil
MAURO PIANTAROMA
El próximo primero de abril, Domingo de Palmas, el padre australiano Dave Smith estará ocupado en el cuadrilátero con el objetivo de alcanzar un nuevo récord: combatir durante 120 rounds (de tres minutos cada uno), por ocho horas consecutivas. Evidentemente tratará de que no le tiren a la lona.
El objetivo, hay que decirlo inmediatamente, es muy noble: el sacerdote anglicano de la Iglesia de la Santísima Trinidad de Dulwich Hill, Sídney, pretende recoger fondos (unos 10 mil dólares australianos) para sostener el centro juvenil de su parroquia. Este centro, como indica el “Inner West Courier”, es un punto de referencia para la comunidad y para la rehabilitación de jóvenes tóxicodependientes y alcohólicos.
Combatirán con el sacerdote, por lo menos, unos treinta boxeadores profesionales: campeones como Anthony Mundine y nuevas estrellas como John Sarfan. También subirá al cuadrilátero una mujer: miss Lauryn Eagle.
Pero el padre Dave está un poco preocupado, y en las páginas del “Inner” lanza un mensaje: «Se solicitan adversarios que lo hagan por una buena causa». Él, que tiene 50 años y una sonrisa entusiasta, no se deja desanimar por las críticas. Ni por el miedo. «Normalmente, cuando comienzo un encuentro, el adversario teme hacerme daño. “No puedo pegarle a un sacerdote”, piensa. Y después, cuando empiezo a machacarle, cambia rápidamente de idea». La misa ha terminado, combatid en paz.
Vatican Insider
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