Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Tuesday, January 08, 2013
Evangelio y Vida
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron:
Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer.
El respondió:
Denle de comer ustedes mismos.
Ellos le dijeron:
Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos.
Jesús preguntó:
¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.
Después de averiguarlo, dijeron:
Cinco panes y dos pescados.
Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus dicípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres
Mc 6, 34-44
Cinco panes y dos pescados en las manos de Jesús se convierten en cinco mil. El Señor dio un signo, una lección y un mandato: Denle ustedes de comer.
El signo es claro 2 y 5 = 5.000
Pero la lección es otra: se llama COMPARTIR.
Cuando sabemos compartir, damos y hasta sobra. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes de pan y pescado
Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, sdb
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