Colombo aparecía en la serie de la NBC cada noche con la misma gabardina, investigando todo crimen que se le ponía por delante.
Casi todos los que tenemos más de cuarenta años lo recordamos. En un momento en el que la televisión todavía era en blanco y negro en la mayoría de las casas, Colombo aparecía cada noche con la misma gabardina, investigando cualquier crimen que se le ponía por delante y encontrando siempre al asesino fuese quien fuese.
Desde 1971 la serie de la NBC fue exportada a todo el mundo; y eso de que estuvo por más de diez años con la misma gabardina no es algo poético, sino real.
El actor Peter Falk estaba en cierta manera enseñando al mundo que lo más importante es ser uno mismo, y examinar hasta el fondo las cosas, sin que tenga mucho sentido la apariencia. Lo trascendental está dentro de cada uno.
Algunas personas viven sólo buscando diversión, cambios, circunstancias nuevas. Ni por asombro serían capaces de ponerse la misma “gabardina” durante años.
Todo lo que no sea buscar sensaciones nuevas no tiene sentido para ellos. ¿Conoces a gente así?
Déjame decirte que no son algunos, sino muchos más de los que creemos. Puede que nosotros mismos caigamos en la misma categoría.
Esa es una de las reacciones más comunes a los problemas de la vida: Escapar. Llenar los días de lo que sea para no tener que pensar ni atravesar momentos de crisis .
Por eso en nuestra sociedad ya casi nadie se hace preguntas sobre nada. Te dan todas las respuestas, (incluso las que no quieres), para que no tengas tiempo para pensar o meditar.
Es increíble, pero a veces hasta la huída puede ser un absoluto, porque cuando no queremos pensar ni responsabilizarnos de nada en el fondo de nuestro ser creemos que se puede vivir así, y que lo que esté mal, se arreglará “por arte de magia” sin que tengamos que hacer nada.
Si podemos conseguir trabajo y ocio suficiente para ocupar todo nuestro tiempo, y además algunas “buenas vacaciones en el Caribe” ¿quién necesita pensar en nada? Y los días pasan, y nosotros casi ni nos damos cuenta. ¿O sí?
¿Quieres decirme que nunca te haces preguntas a ti mismo? ¿A quién quieres engañar? ... Sé que has meditado más de una vez en las respuestas que la sociedad nos da, y las has encontrado vacías.
Cada corazón conoce su propia amargura" (*), dice la Biblia, y si todos fuésemos sinceros ahora, muchos tendrían que reconocer que la diversión no es un buen rey para nuestra vida. Y el ocultar las cosas, tampoco. Y mucho menos no pensar ni hacerse preguntas.
Si quieres hacerte un gran favor a ti mismo, tómate tiempo para reflexionar. Deja de vivir a una velocidad de vértigo y busca las respuestas, aquellas que pueden satisfacer tu propio corazón, aquellas que pueden vencer tu amargura.
No te escondas pensando que pasar la vida tumbado, o darle la espalda a lo que no nos gusta es la mejor manera de vivir, porque tarde o temprano vamos a perder lo más importante de la vida en nuestro “dejar pasar” todas las cosas.
(*) Proverbios 14:10
Desde 1971 la serie de la NBC fue exportada a todo el mundo; y eso de que estuvo por más de diez años con la misma gabardina no es algo poético, sino real.
El actor Peter Falk estaba en cierta manera enseñando al mundo que lo más importante es ser uno mismo, y examinar hasta el fondo las cosas, sin que tenga mucho sentido la apariencia. Lo trascendental está dentro de cada uno.
Algunas personas viven sólo buscando diversión, cambios, circunstancias nuevas. Ni por asombro serían capaces de ponerse la misma “gabardina” durante años.
Todo lo que no sea buscar sensaciones nuevas no tiene sentido para ellos. ¿Conoces a gente así?
Déjame decirte que no son algunos, sino muchos más de los que creemos. Puede que nosotros mismos caigamos en la misma categoría.
Esa es una de las reacciones más comunes a los problemas de la vida: Escapar. Llenar los días de lo que sea para no tener que pensar ni atravesar momentos de crisis .
Por eso en nuestra sociedad ya casi nadie se hace preguntas sobre nada. Te dan todas las respuestas, (incluso las que no quieres), para que no tengas tiempo para pensar o meditar.
Es increíble, pero a veces hasta la huída puede ser un absoluto, porque cuando no queremos pensar ni responsabilizarnos de nada en el fondo de nuestro ser creemos que se puede vivir así, y que lo que esté mal, se arreglará “por arte de magia” sin que tengamos que hacer nada.
Si podemos conseguir trabajo y ocio suficiente para ocupar todo nuestro tiempo, y además algunas “buenas vacaciones en el Caribe” ¿quién necesita pensar en nada? Y los días pasan, y nosotros casi ni nos damos cuenta. ¿O sí?
¿Quieres decirme que nunca te haces preguntas a ti mismo? ¿A quién quieres engañar? ... Sé que has meditado más de una vez en las respuestas que la sociedad nos da, y las has encontrado vacías.
Cada corazón conoce su propia amargura" (*), dice la Biblia, y si todos fuésemos sinceros ahora, muchos tendrían que reconocer que la diversión no es un buen rey para nuestra vida. Y el ocultar las cosas, tampoco. Y mucho menos no pensar ni hacerse preguntas.
Si quieres hacerte un gran favor a ti mismo, tómate tiempo para reflexionar. Deja de vivir a una velocidad de vértigo y busca las respuestas, aquellas que pueden satisfacer tu propio corazón, aquellas que pueden vencer tu amargura.
No te escondas pensando que pasar la vida tumbado, o darle la espalda a lo que no nos gusta es la mejor manera de vivir, porque tarde o temprano vamos a perder lo más importante de la vida en nuestro “dejar pasar” todas las cosas.
(*) Proverbios 14:10
Autores: Jaime Fernández Garrido
©Protestante Digital 2013
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