Saturday, January 05, 2013

Jerusalén; destruyen la tumba de David a martillazos



Continúa el vandalismo en contra de los símbolos religiosos; la denuncia de la Custodia de la Tierra Santa

GIORGIO BERNARDELLIROMA
Por segunda ocasión en pocos días, en Jerusalén algunas personas armadas con martillos y cinceles tomaron como objetivo los mosaicos otomanos que se encuentran en la entrada de la Tumba de David, en el Moonte Sión, justamente a pocos metros de donde se venera el Cenácolo. La noticia fue dada a conocer por el sitio terrasanta.net, vinculado con la Custodia de la Tierra Santa. Lo que sorprende del hecho son las extrañas circunstancias en las que se verifico, por lo que se piensa que no se trata solo de vandalismo.


El primer “ataque” fue el 20 de diciembre, cuando la policía descubrió en pleno día a un joven ultra-ortodoxo mientras (en un sitio muy visitado por los judíos religiosos) daba golpes de cincel a estos mosaicos, que datan del siglo XVII y que fueron descubiertos después de una restauración en 2010. El hombre trató de justificarse diciendo que estaba en ese lugar para recitar el shiduch, la oración judía para encontrar esposa, y que le habían dicho que los mosaicos impedían que la oración llegara al Altísimo.


Pretexto bastante extraño que suscitó la hilaridad general en Israel, por lo que la cuestión pasó casi a un segundo plano. Después, durante la noche entre el miércoles y el jueves alguien volvió a completar la obra: de los preciosos mosaicos blancos y azules, típicamente otomanos, no quedan más que 50 centímetros cuadrados. 


La idea de que los mosaicos impiden que la oración sea escuchada, porque cubrían un muro sacro, no tiene ninguna lógica; los mosaicos se encontraban en el vestíbulo para entrar a la sala venerada (aunque con muchas dudas por parte de los arqueólogos) como la tumba de David. Basta cruzar la puerta para darse cuenta de que la misma pared es una pared completamente desnuda. Por ello, la verdad parece ser diferente: los que quitaron los mosaicos lo hicieron porque consideraban, seguramente, inaceptable la presencia de un elemento figurativo de la tradición islámica en ese lugar. Es probable que se haya tratado de un grupo de personas.


Pero lo que hace que el episodio sea mucho más trágico es que la tumba de David es uno de los lugares de Jerusalén en los que se ve con mayor nitidez la interrelación entre las tres religiones monoteístas. Las primeras que veneraron este sitio fueron las comunidades judeo-cristianas, que justamente por el fuerte vínculo entre la Antigua y la Nueva Alianza recordaban en el lugar del Cenáculo al Rey David. 


Cuando los franciscanos fueron expulsados en 1552, los musulmanes transformaron este lugar en una mezquita dedicada a David, venerado como un profeta en el Corán; por ello la presencia de los adornos de la época otomana. Herencia de una historia compleja y plurarl que querrían cancelar de Jerusalén a martillazo y cincel los mismos fanáticos de la derecha religiosa judía que se están dedicando desde hace algunos meses a llenar los muros de algunas Iglesias con frases blasfemas.

Vatican Insider

No comments: