Una plaza de San Pedro abarrotada asiste a la entronización del nuevo Papa
El Pontífice ya tiene el Anillo del Pescador
(de plata) y el palio
(J. Bastante).- Francisco ya está en la plaza de San Pedro. Ha llegado apenas hace unos minutos en un papamóvil descubierto, siendo aplaudido por una multitud que, pese a ser día laborable, ha vuelto a llenar el Vaticano. El Papa, que ya ha recibido el anillo del pescador y el palio, se ha detenido ante varios enfermos, ha bendecido a algunos niños y no se ha cansado de saludar a todos. Incluso, ha descendido del coche para saludar a un discapacitado. Un Papa cercano, tal vez demasiado para el gusto de los servicios de seguridad pontificios, que han tenido que elaborar un protocolo a la medida de las maneras de Jorge Mario Bergoglio.
Desde primera hora de la mañana, miles de fieles se han agolpado ante la plaza de San Pedro. No hay tickets, ni entradas numeradas. Muchas banderas argentinas, y de la práctica totalidad de países latinoamericanos. Y también las clásicas de los movimientos, a las que se suman pancartas de congregaciones religiosas. Parece que, al fin, vemos una Iglesia en la que caben todos.
Como ocurriera el día de su elección, la noche lluviosa en Roma ha dejado paso a un día soleado aunque frío, perfecto para un día como el de hoy, en el que Francisco arranca su pontificado. La solemne misa de inicio del pontificado de Francisco ha comenzado en el interior de la Basílica de San Pedro, a la que ha entrado el nuevo pontífice para orar ante la tumba del Apóstol.
El papa Francisco, al que se ha visto muy sonriente y feliz, no ha dudado en besar a niños pequeños que le han acercado sus padres, e incluso bajar del papamovil para saludar a un discapacitado.
En el jeep le acompañan el segundo secretario particular del papa emérito Benedicto XVI, Alfred Xuareb, que será uno de sus secretarios, y el nuevo mayordomo, Sandro Mariotti.
El papa Bergoglio ha recorrido durante un buen rato la plaza de San Pedro y calles anexas, antes de oficiar la misa solemne de inicio de pontificado.
Tras el recorrido, el Obispo de Roma ha entrado en la basílica de San Pedro, para vestir los paramentos de la misa y bajar a orar ante la tumba de San Pedro.
Después, en la plaza de San Pedro le ha sido clocado el palio (una estola) y el anillo del Pescador, los símbolos del pontificado. El Anillo es de plata, rompiendo una tradición de siglos, que dejaba claro que habría de ser de oro. Otro gesto más de este Papa, que ha reducido todo lo posible la ceremonia, y que ayer, por ejemplo, pidió a los funcionarios vaticanos que, durante las horas de luz, no tuvieran las bombillas encendidas. Hay que ahorrar, y dar ejemplo.
A la misa asisten miles de personas y delegaciones oficiales de 132 países, a los que el Papa recibirá posteriormente. Arranca la ceremonia.
RD
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