Donde Dios llora_Bielorrusia

Bielorrusia, como todas las ex repúblicas soviéticas, sufrió durante décadas la represión del brutal régimen comunista. La persecución a los disidentes afectó a todos, especialmente a los cristianos. El ejercicio del culto cristiano era restringido. Muchas iglesias fueron clausuradas o demolidas. La fe sobrevivió gracias a la transmisión de los valores familiares tradicionales. Con la distensión política de las décadas de los 80 y los 90, la "perestroika", las persecuciones contra la Iglesia disminuyeron enormemente. Pero como afirma monseñor Aleksander Kaszkiewicz, obispo de Hrodna: "El mayor esfuerzo debe dirigirse a la contrucción de una Iglesia viva para la gente. Probablemente es mucho más fácil construir una casa de Dios, una iglesia o santuario de ladrillos o piedras; es mucho más difícil reconstruir a un ser humano desde el interior, espiritualmente".