El Papa se asomó de la ventana del Palacio Apostólico y habló antes de la oración mariana del Regina Coeli; visitó la necrópolis del Vaticano
ROMA.- Cientos de miles de personas volvieron a llenar esta mañana la Plaza de San Pedro para volver a ver al Papa Francisco, que se asomó de la ventana del tercer piso del Palacio Apostólico para el Regina Coeli, la oración mariana que después de la Pascuareemplaza al Angelus.
"Recemos juntos, en el nombre del Señor muerto y resucitado y por intercesión de María Santísima, para que el misterio pascual pueda operar profundamente en nosotros y en este tiempo, para que el odio le deje lugar al amor, la mentira a la verdad, la venganza al perdón, al tristeza a la alegría", pidió el Papa argentino. El Pontífice también llamó a los fieles a dejarse alcanzar por la gracia de Cristo y cambiar esos aspectos que tenemos que no son buenos, convirtiéndonos en instrumentos de la misericordia de Dios.
Fiel a su estilo sencillo, que le brindó enorme popularidad, Francisco ni bien apareció en el ventana, al mediodía (las 7 en la Argentina), saludó a la multitud, entre los cuales muchísimos argentinos con banderas, con un normal "¡Buen día y Feliz Pascua!". Esas primeras palabras del Papa venido desde el fin del mundo, vestido de blanco, enseguida hicieron estallar una ovación en la Plaza.
ACTITUDES Y GESTOS
Después de agradecer a la gente por haber venido, Francisco, que anteayer atrajo a más de 250.000 personas, volvió a hablar de la Pascua. "Que la fuerza de la resurrección de Cristo pueda alcanzar a cada persona, especialmente a quien sufre y a todas las situaciones que más necesitan de confianza y esperanza", pidió, hablando en italiano.
Al recordar que "el bautismo nos hace hijos de Dios y la eucaristía nos une a Cristo", el Pontífice argentino llamó a que esto se convierta en vida, traduciéndose en "actitudes, comportamientos, gestos, elecciones". "La gracia incluida en los sacramentos pascuales es un potencial de renovación enorme para la existencia personal, para la vida de las familias, para las relaciones sociales", dijo. Aunque insistió en subrayar que "todo pasa por el corazón humano".
Después de la oración mariana y de la bendición, el Papa volvió a despedirse en el modo más natural de todos: "¡Feliz Pascua y buen almuerzo!". De nuevo hubo una ovación en la Plaza. El Papa miraba a la multitud, como encantado. Parecía como que no quería irse viendo semejante fiesta en la Plaza de San Pedro, muy llena también porque hoy es "Pasquetta", día feriado en Italia.
VISITA A LA NECRÓPOLIS
El Papa visitando la tumba de San Pedro en el Vaticano. Foto: Reuters
Más tarde, tal como el Vaticano había anunciado, el Papa Francisco hizo esta tarde una visita de devoción a la tumba de San Pedro, que se encuentra en la necrópolis que hay debajo de la Basílica del Vaticano.
Francisco, que escuchó atentamente las explicaciones que le dieron los expertos sobre estas excavaciones que sólo pueden visitarse reservando con anticipación y yendo en grupos, se detuvo a rezar silenciosamente en la Capilla Clementina, que es el lugar más cercano a la tumba del príncipe de los apóstoles, "en recogimiento profundo y emocionado", indicó el Vaticano.
El papa Francisco hizo esta tarde una visita de devoción a la tumba de San Pedro. Foto: AFP
La visita concluyó en las Grutas Vaticanas, donde rindió homenaje a las tumbas de papas del siglo pasado que allí se encuentran: Benedicto XV, Pío XI, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I. Al salir de allí, fiel a su estilo, el Papa saludó al personal presente y volvió a la residencia de Santa Marta, donde vive, a pie..
La Nación
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