Manifestación de más de 40 entidades católicas
Los asistentes marcharon alrededor de una cruz dibujada en el suelo
(José L. Palacios, Hoac).- El pasado 1 de diciembre frente al número 5 de la calle Alcalá, sede del ministerio de Hacienda, se reunió un nutrido grupo de personas, en una manifestación más, al calor de la indignación que recorre la sociedad, pero con un pequeño matiz que la hacía diferente... Eran curas, religiosas y religiosos, familias, personas solas, en activo, jubiladas o en desempleo..., todos unidos por la fe en Jesucristo, dispuestos a denunciar los estragos que causan las actuales políticas en los más desamparados de la sociedad y solidarizarse con ellos. Los convocantes habían sido más de 40 entidades católicas de Madrid entre parroquias, movimientos, comunidades, congregaciones y colectivos diversos.
Desde que surgió la idea de hacer oír la voz de los cristianos, en medio del ruido y el dolor que está provocando este largo y frío callejón en el que la sociedad vive atrapada por imposición de los poderes económicos y de los gestores públicos, habían pasado meses. Un tiempo que no ha transcurrido en vano, sino que ha servido para ahondar en el conocimiento mutuo, romper prejuicios y reflexionar conjuntamente. Sobre todo, una ocasión para hilvanar tejido eclesial, allí donde la incomunicación y los recelos, habían dejado jirones sueltos.
Con todo, el día señalado, había sido pacientemente organizado, para, por una vez, levantar una voz de marcado signo eclesial que recordara a los gobernantes, a la sociedad en general y a las víctimas de esta situación, en particular, que la precariedad, la degradación de los servicios públicos y la desatención a los más débiles no agrada al Dios revelado en Cristo.
Una gran pancarta apoyada en la fachada que separa la calle de los despachos donde se gestiona la Hacienda Pública, en la que se podía leer "Desde Evangelio, por la Justicia y los Derechos Sociales" daba idea de lo que allí pasaba. Numerosos carteles con la cita de Lucas sobre la imposibilidad de servir al mismo tiempo a Dios y al dinero, la referencia del libro del Éxodo clamando Justicia para el pobre o algunas frases pronunciadas por el Papa Francisco, como "Sin trabajo no hay dignidad", acababan de confirmar que aquello debía ser algún "lío" montado por católicos y católicas de Madrid, a la postre, los firmantes de las hojas volanderas que se repartían entre los viandantes.
En definitiva, varios centenares de personas de Iglesia, sin apenas influencia, ni recursos, ni mucho menos acceso a los centros de poder y comunicación social, dispuestas a proferir un sonoro silencio de protesta dirigido a los oídos más insensibles y corazones endurecidos, pero también a acariciar suavemente la dignidad tantas veces herida de los que más sufren. Durante cerca de dos horas, los asistentes marcharon alrededor de una cruz dibujada en el suelo y formada con carteles donde se podían leer algunos de las presentes afrentas más destacadas a los derechos sociales, como la degradación de las condiciones laborales, los recortes en la asistencia sanitaria, el sistema público y la protección social. La escena recordaba imágenes grabadas en Norteamérica, en la que ciudadanos y ciudadanas pasean en círculo con sus pancartas en la mano.
Transcurrió la mañana, en su mayor parte, en silencio, sólo interrumpido ocasionalmente, para dar lectura pública del comunicado consensuado con paciencia, mucho diálogo, generosas renuncias a imponer el punto de vista propio y un profundo discernimiento radicalmente fiel al Evangelio y a las enseñanzas de la Iglesia. Ni siquiera la representación teatral, bellamente plasmada y atinadamente ideada para reflejar las tristes consecuencias de la crisis, además de para convocar a los espectadores a la acción, rompió la calma profética, indignada y solidaria que rodeó el acto. La cita concluyó dejando en el ánimo de la mayoría un regusto agridulce, producto de la dureza de las circunstancias denunciadas y el calor reconfortante del encuentro, la coincidencia y el deber cumplido.
Pero también quedó flotando en el aire el deseo de continuar el trabajo en común, con el horizonte puesto en defender la dignidad de los últimos e impulsar la aportación genuinamente cristiana en la construcción de una sociedad más justa, más fraterna y más sostenible.
Organizaciones adheridas
1. Acción Católica Obrera (ACO) de Madrid
2. Acción Cultural Cristiana (ACC)
3. Apostólicas del Corazón de Jesús
4. Asociación Puente de Esperanza Madrid
5. Capellanía del Centro Penitenciario de Navalcarnero
6. Centro de Reflexión Alberto Hurtado
7. COMU de P. Santa María del Buen Aire
8. Comunidad Cristiana de Base Sto. Tomás de Aquino
9. Cristianos de la Parroquia de Santa Bibiana
10. Cristianos por el Socialismo
11. Cristianos Socialistas de Madrid PSM-PSOE
12. EPPO´s de Madrid
13. Foro de Curas de Madrid
14. Foro de parados en acción
15. Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Madrid (Frater)
16. Fundación Ayuda Solidaria Hijas de Jesús
17. Hermanas Franciscanas del E.S. Comunidad de Vallecas
18. Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Madrid
19. Hermandades del Trabajo (HHT)
20. Hermanitas de Jesús de Foucauld
21. Hermanitas de la Asunción
22. I.S. Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote, Comunidad de la P. San Pablo
23. Institución Javeriana
24. Justicia y Paz de Madrid
25. Juventud Obrera Cristiana (JOC)
26. Parroquia de la Sagrada Familia (Fuenlabrada)
27. Parroquia de la Preciosísima Sangre
28. Parroquia de San Ambrosio
29. Parroquia de San Basilio
30. Parroquia de San Cosme y San Damián
31. Parroquia de San Eulogio
32. Parroquia San Francisco Javier y San Luis Gonzaga
33. Parroquia de San Pablo
34. Parroquia de Santa Mª del Buen Aire
35. Parroquia de Santo Tomás de Villanueva
36. Pastoral San Carlos Borromeo
37. Profesores cristian@s de la educación pública
38. Pueblos Unidos
39. Red Interlavapiés
40. Revista Alandar
41. Revista 21
42. RR de la Compasión
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