Sunday, March 31, 2013

Recogiendo el día en imágenes con el Papa Francisco. Un Papa con atracción magnética




























Llena la Plaza de San Pedro y despierta entusiasmo


Con su aura de humildad y sencillez y aires 

de cambio que trae a la Iglesia católica


La afluencia de público en la plaza de San Pedro para la misa de Pascua y la bendición urbi et orbi de este domingo estuvo a la altura de la expectación que suscita el papa argentino Francisco, con su aura de humildad y sencillez y aires de cambio que trae a la Iglesia católica.
Cerca de un cuarto de millón de personas de todo el mundo se dieron cita para estaliturgia pascual que rememora la resurrección de Cristo.
Solo aquellos que contaban con una invitación pudieron entrar en el recinto acotado milimétricamente dentro de la plaza, pero las arterias que llevan al centro neurálgico del catolicismo estabancongestionadas.
Solo los más osados serpenteaban entre vendedores de periódicos y estampitas con la nueva imagen del primer papa jesuita de la historia, algún que otro mendigo, cochecitos de niños y brazos en alto con toda la gama inimaginable de teléfonos celulares de última generación, los smartphones, y alguna que otra cámara de fotos y de vídeo, recuerdo de épocas que parecen prehistóricas.
Sólo los más altos habrán podido robar alguna instantánea al nuevo papa argentino, instalado al fondo de la plaza en el altar montado para la ocasión antes de aparecer en elbalcón de la basílica para impartir a la ciudad y al mundo su bendición acompañada de una indulgencia plenaria que hace borrón y cuenta nueva de los pecados cometidos.
Un urbi et orbi cargado de mensajes contra las guerras y la violencia que desangran en particular a Oriente Medio, con especial mención a Siria, Irak o el conflicto israelo-palestino que ya dura "demasiado tiempo", los conflictos en África, sobre todo en Malí, República Democrática de Congo y República Centroafricana, o las tensiones crecientes en la península de Corea con la amenaza de una catástrofe nuclear.
O la trata de blancas y de personas, el deterioro del medio ambiente y un alegato a favor del amor en vez del odio, de la paz en vez de la guerra y del perdón en vez de la venganza, que suscitaron aplausos y comentarios de aprobación de la entregada audiencia.
Al igual que miles de compatriotas que rompieron su tradicional indiferencia con lo que pasa en el miniestado vaticano en estas fechas de asueto muy familiares, la italianaStefania Spalluti, de 30 años, fue este domingo a San Pedro atraída por la personalidad del nuevo Papa.
En particular la multiplicación de "pequeños gestos" con que ha ido jalonando sus primeros pasos desde que fue elegido al trono de Pedro el pasado 13 de marzo.
"Es diferente, muy cercano a la gente. Ha hecho cosas muy simples que uno se espera de un papa", dice antes de confesar que es lo que le está acercando de nuevo a la Iglesia. "Tengo un sentimiento diferente, estoy mucho más implicada en este momento", asegura.
"Simplicidad, amor, humildad" es lo que espera de la Iglesia el veneciano Roberto Tosettio, 51 años, con este jesuita que predica con el ejemplo.
Desde su forma de vestirse con una simple casulla blanca, alejada de la pompa de sus antecesores, en particular del renunciante Benedicto XVI, su decisión de vivir por el momento en una sencilla habitación de una residencia de sacerdotes en vez del lujoso apartamento del Vaticano, hasta su acercamiento y contacto con la gente.
Al término de la misa, recibió una camiseta del San Lorenzo, el club de fútbol argentino de sus amores, y se inclinó para abrazar, besar y acariciar a un grupo de jóvenes discapacitados en medio de los aplausos del público.
"¡Es mucho más social que facebook!", bromea Tosettio, quien considera que el papa alemán "ahuyentaba a los fieles" pese a su combate sin cuartel contra lo que consideraba la "dictadura del relativismo".
La colombiana Doralis está convencida de que las ovejas "desilusionadas" de la Iglesia, van a volver atraídas por la "transparencia" y la personalidad de Francisco.
No opina lo mismo la española de la Rioja Ana Bernado, de 50 años, para quien, aunque este Papa tiene más "feeling y más carisma" que su predecesor, ahora la gente "es más lista que antes y no se deja llevar tan fácilmente" por la religión. (RD/Agencias)

Monseñor X: "En la Curia circula insistentemente el rumor que coloca al cardenal Cañizares en Madrid"



"Santos Abril me parece demasiado mayor para Secretario de Estado"


"Lo movimientos aparentarán obediencia, 

pero su postura real será de oposición 

silenciosa"



(José Manuel Vidal).- Conoce la Curia romana por dentro y por fuera, no en vano forma parte de ella desde hace décadas. Sabe de sus miserias y de sus virtudes.Conoce a los "lobos" que rodean al pastor y reconoce que el Papa Francisco se va a topar con "duras resistencias" por parte del aparato curial y de los nuevos movimientos. Apuesta por el cardenal Cañizares para suceder a Rouco en Madrid y asegura que , para las sedes importantes, el Papa nombrará "gente de su absoluta confianza".
¿Cuáles o quiénes van a ser las principales resistencias con las que se va a encontrar el Papa Francisco?
La resistencia principal con la que se está topando el Papa Francisco es sin duda la Curia. Recuerde: "I Papi passano; la Curia resta" (Los Papas pasan, la Curia permanece). El Papa Francisco tendrá que hacer gala de mucha fuerza y de una fuerte personalidad, para decidir personalmente. Será interesante ver los nuevos hombres que va a elegir o confirmar (Secretario de Estado, Sustituto, prefectos de las diferentes Congregaciones .... ). Ante cualquier posible cambio, las palabras mágicas de los curiales son: ´¿Por qué cambiar? Siempre se ha hecho así'
¿Hay "oposición silenciosa" de los movimientos (Opus, Kikos, CL...) o, más bien, después de la decepción y la sorpresa, no tienen más remedio que acatar la elección? ¿Van a colaborar con el nuevo Papa o se van a mantener a la expectativa?
Creo que los nuevos movimientos nuevos van a seguir una doble vía: De fachada y por miedo van a aparecer como hijos obedientes del Padre, pero, en realidad, su postura real y profunda será la de la oposición silenciosa. Sobre todo, en la medida en que las decisiones de Francisco no respondan a sus expectativas.
¿Cuál es su pálpito para ocupar la Secretaría de Estado? ¿Parolin, Ventura, Santos Abril...? ¿Quién es su favorito?
R. Santos Abril me parece demasiado mayor. Parolin tiene mucha experiencia en Nunciaturas y en la sección segunda de la Secretaría de Estado. Es un hombre honesto, bueno, muy inteligente, pastor y buen cura. Me gustaría mucho como Secretario de Estado. Luigi Ventura pertenece a la preciosa escuela del cardenal Casaroli. 
En cualquier caso, independientemente de personas, mi esperanza es que el Papa Francisco nombre un hombre de su total confianza, fiel al Papa usque ad efusionem sanguinis (hasta derramar su sangre por él), sin duda un diplomático para no tener enemigos entre los diplomáticos de Sodano y de sus compañeros. La experiencia de Bertone fue terrible.
¿Cómo puede repercutir la elección del nuevo Papa en España? ¿Rouco está de capa caída, como dicen algunos, o sigue contando con apoyos fuertes en Roma? ¿Podría sucederle Cañizares en Madrid?
El cardenal Amigo se quejó al Papa por la rapidez con la que se le aceptó su dimisión, mientras se permitía continuar a Rouco Varela. En la Curia circula insistentemente el rumor que coloca al cardenal Cañizares en Madrid. Parece que es también la apuesta del cardenal Estepa. 
En cualquier caso, estoy convencido de que a las sedes de importancia, el Papa Francisco enviará a gente de su absoluta confianza.
RD

El Papa abraza a un niño discapacitado







El Papa abraza y saluda a niños en la misa de Pascua


El cardenal de Lima, a favor del indulto al expresidente Fujimori




Cipriani asegura que "ya está suficientemente maduro"


Pide a Humala que no se esconda "en el 

médico o la ministra" para retardar 

la decisión


El indulto pedido por el expresidente Alberto Fujimori "ya está suficientemente maduro" para que el mandatario peruano, Ollanta Humala, tome una decisión que contribuya también a la unidad nacional, afirmó el Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, en una entrevista publicada hoy.
El cardenal peruano afirmó al diario Correo que el indulto "es un beneficio que está en manos del Presidente" cuando las circunstancias lo ameritan.
En tal sentido, Cipriani recomendó a Humala que no se esconda "en el médico o la ministra (de Justicia)" para retardar la decisión que espera la opinión pública.
Durante las últimas semanas se ha filtrado a la prensa el informe médico entregado a la Comisión de Gracias Presidenciales en el que se indica que Fujimori no padece de cáncer, aunque sí presenta un cuadro de depresión y otros males.
Esta comisión debe entregar un informe final al ministerio de Justicia sobre el cual Humala tendrá que tomar una decisión respecto al pedido de indulto humanitario.
Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos pero su familia pidió el año pasado a Humala que lo indulte por su grave estado de salud.
Cipriani opinó que "la división creada por el terrorismo (combatida durante el gobierno de Fujimori) no terminará mientras no haya una dimensión de reconciliación y perdón".
"Veo difícil que el Perú retome su unidad mientras no nos atrevamos a la reconciliación, el perdón y la misericordia", agregó.
Cipriani, muy cercano a Fujimori durante su gobierno (1990-2000), manifestó que Humala "puede dar un paso (al otorgar el indulto) que nadie le puede exigir, pero es imposible pensar que a todos va a gustar".
No obstante, insistió que "los grandes hombres dan pasos en la historia para cohesionar y sacar adelante a su país".
Consultado además sobre la ausencia de Humala en la misa de inicio de Pontificado del papa Francisco, Cipriani comentó que probablemente faltó alguien que le aconseje la importancia del momento latinoamericano.
"Estuvo (Rafael) Correa, estuvo Dilma (Rousseff), la misma Cristina (Fernández), a pesar de su distanciamiento con Bergoglio. Pero bueno, cada uno es dueño de sus decisiones", concluyó. (RD/Agencias)

Encontrarnos con el Resucitado por José Antonio Pagola



Según el relato de Juan, María de Magdala es la primera que va al sepulcro, cuando todavía está oscuro, y descubre desconsolada que está vacío. Le falta Jesús. El Maestro que la había comprendido y curado. El Profeta al que había seguido fielmente hasta el final. ¿A quién seguirá ahora? Así se lamenta ante los discípulos: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
Estas palabras de María podrían expresar la experiencia que viven hoy no pocos cristianos: ¿Qué hemos hecho de Jesús resucitado? ¿Quién se lo ha llevado? ¿Dónde lo hemos puesto? El Señor en quien creemos, ¿es un Cristo lleno de vida o un Cristo cuyo recuerdo se va apagando poco a poco en los corazones?
Es un error que busquemos "pruebas" para creer con más firmeza. No basta acudir al magisterio de la Iglesia. Es inútil indagar en las exposiciones de los teólogos. Para encontrarnos con el Resucitado es necesario, ante todo, hacer un recorrido interior. Si no lo encontramos dentro de nosotros, no lo encontraremos en ninguna parte.
Juan describe, un poco más tarde, a María corriendo de una parte a otra para buscar alguna información. Y, cuando ve a Jesús, cegada por el dolor y las lágrimas, no logra reconocerlo. Piensa que es el encargado del huerto. Jesús solo le hace una pregunta: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?".
Tal vez hemos de preguntarnos también nosotros algo semejante. ¿Por qué nuestra fe es a veces tan triste? ¿Cuál es la causa última de esa falta de alegría entre nosotros? ¿Qué buscamos los cristianos de hoy? ¿Qué añoramos? ¿Andamos buscando a un Jesús al que necesitamos sentir lleno de vida en nuestras comunidades?
Según el relato, Jesús está hablando con María, pero ella no sabe que es Jesús. Es entonces cuando Jesús la llama por su nombre, con la misma ternura que ponía en su voz cuando caminaban por Galilea: "¡María!". Ella se vuelve rápida: "Rabbuní, Maestro".
María se encuentra con el Resucitado cuando se siente llamada personalmente por él. Es así. Jesús se nos muestra lleno de vida, cuando nos sentimos llamados por nuestro propio nombre, y escuchamos la invitación que nos hace a cada uno. Es entonces cuando nuestra fe crece.
No reavivaremos nuestra fe en Cristo resucitado alimentándola solo desde fuera. No nos encontraremos con él, si no buscamos el contacto vivo con su persona. Probablemente, es el amor a Jesús conocido por los evangelios y buscado personalmente en el fondo de nuestro corazón, el que mejor puede conducirnos al encuentro con el Resucitado.
José Antonio Pagola
31 de marzo 2013
Domingo de Resurrección (C)
Juan 20, 1-9
Buenas Noticias
RD

Tradicionalistas critican a Francisco por lavar los pies de dos chicas




Lombardi explica la "oportunidad" del gesto en una comunidad pequeña como la de Casal del Marmo

ALESSANDRO SPECIALECIUDAD DEL VATICANO
Algunas alarmas se encendieron inmediatamente después de su elección, cuando el Papa Francisco se presentó al mundo desde la Logia de las Bendiciones, con su cruz de fierro y vestido de forma extremadamente sencilla. Los tradicionalistas católicos, los que están relacionados con la misa preconciliar en latín, hicieron una mueca.

Por otra parte, el “currículum” del Papa argentino provocó muchas críticas entre los “fans” de la misa tridentina. “The Horror”, resumió un periodista sudamericano en un análisis publicado en el sitio tradicionalista Rorate Coeli: «De entre todos los candidatos impensables, Jroge Mario Bergoglio es, tal vez, el peor. No porque profese abiertamente doctrinas en contra de la fe y la moral, sino porque, juzgando por su trabajo como arzobispo de Buenos Aires, la fe y la moral parecen ser irrelevantes para él».


Sobre todo, el nuevo Papa fue descrito como «un enemigo de la misa tradicional», la que se recita en latín, y habría impedido en su arquidiócesis que se pusiera en práctica el Motu Proprio “Summorum Pontificum”, con el que Benedicto XVI permitía la misa tridentina como «forma extraordinaria» del Rito Romano.


Otro ejemplo. Un comentador católico conservador, Michael Brendan Dougherty, definió la elección de Bergoglio en el “National Post”, en caliente (apenas a tres días de la “fumata bianca”), como una más de las «recientes novedades y mediocridades católicas», porque sigue la línea que se ha seguido en medio siglo de Concilio Vaticano II, marcado por «desconsideradas experimentaciones», como la celebración de la misa en las lenguas locales, los gestos «dra’aticos» de Juan Pablo II o la renuncia de Benedicto XVI.


Pero la hostilidad explotó solo después de que ayer por la tarde el Papa Francisco se lavara y besara los pies a dos chicas (y una musulmana) durante la liturgia del Jueves Santo, que celebró en el instituto penal para menores de Casal del Marmo.


El Papa Francisco fue acusado de dar un mal ejemplo y de violar la ley de la Iglesia; el sitio “Rorate Coeli” declaró inmediatamente que la «reforma de la reforma», que muchos esperaban de Benedicto XVI, se había acabado.

Ed Peters, un canonista y bloguero muy conocido en los Estados Unidos, acusó al Pontífice, naturalmente, de «violar cualquier indicación divina», pero, sobre todo, de «dar un ejemplo discutible, ignorando la misma ley divina».


En 1988, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de lso Sacramentos publicó la carta circular “Paschales Solemnitatis” sobre la celebración de los ritos pascuales. En ese texto, en el número 51, se lee que el lavatorio de los pies debe involucrar solo a hombres elegidos. El orignial latino, “viri selecti”, no deja dudas al respecto.


En los Estados Unidos, la Conferencia Episcopal decretó un año antes la práctica de incluir también a las mujeres en la ceremonia, aunque no está previsto en los libros de la liturgia, pues tenían la «intención de subrayar el servicio al lado de la caridad en el rito», por lo que era una «forma comprensible de acentuar la orden evangélica del Señor, que vino para servir y no para ser servido».


La cuestión volvió a surgir en 2005, cuando el arzobispo de Boston, el cardenal Séan O’Malley desencadenó las polémicas por su voluntad de abrir el rito también a las mujeres. En esa ocasión, la Congregación para el Culto Divino explicó que, si permanecía la «obligación litúrgica» de lavar los pies solo a varones, el obispo local podía tener la libertad de decidir si existía una necesidad pastoral en la diócesis.


Hasta esta “ruptura” humilde de Francisco. El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, explicó a la Associated Press que si en una «grandiosa celebración solemne» sería lógico lavar los pies solo a hombres, porque se conmemora la Última Cena de Jesús con los apóstoles, «en una comunidad pequeña y única, compuesta también por mujeres», como la de Casal del Marmo, habría sido «inoportuno» excluir a las mujeres, «a la luz del simple objetivo de comunicar un mensaje de amor a todos en un grupo que no incluía a refinados expertos de normativas litúrgicas».

Vatican Insider

Creer en la resurrección por Julián Mellado


“Resucitemos pues ahora, en alguna medida, es decir volvamos a re-suscitar en nosotros la esperanza, la confianza, la alegría, la vida eterna, y anunciémoslo a este mundo desesperado, perdido en sus oscuridades.”


Cuando hablamos de la resurrección nos solemos referir a los acontecimientos de aquel domingo de hace 20 siglos, después de la crucifixión de Jesús de Nazaret, y de los cuales nació la Iglesia cristiana. También significa la esperanza futura de los creyentes una vez que cruzan la última frontera. De un modo, quizás inconsciente, situamos la resurrección, bien en un pasado, bien en el futuro. ¿Pero tiene algo que decirnos en el Presente?
En primer lugar, debemos recordar que la resurrección de Jesús, es la respuesta de Dios a los verdugos que actuaron en su nombre. Dios se puso del lado del ajusticiado. El crucificado tenía razón. Por lo tanto, la resurrección significa el gran SÍ de Dios a la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte. Dios de vida no de muerte.
Existen muchas maneras de “morir”, no solamente la física. En nuestro mundo, se dan muchas negaciones, que anulan el deseo de vivir. Muchas personas saben lo que es ir “muriendo en vida” debido a una grave depresión, a la pérdida de esperanza, al sinsentido del sufrimiento o a todas esas circunstancias que hacen que dudemos si mereció la pena haber venido a este mundo.
Creer en la resurrección de Jesús, es creer que el Mal no es omnipotente. Que no tiene la última palabra. Nos espanta, nos paraliza, parece ser todopoderoso. Pero no lo es.
La resurrección indica que en este mundo se ha producido una insurrección. El fatalismo ha sido derrotado. Y de una manera inesperada, mediante la fragilidad de un hombre crucificado acogido por el poder del Amor de un Dios pródigo.
Creer en la resurrección, es confiar en la vida otra vez. Es no rendirse a lo que nos anula, lo que pretende oscurecer nuestro horizonte. Es descansar en un Dios que nunca descansa para encontrar las salidas a nuestras sin-salidas.
Creer en la resurrección, es creer que la vida es más poderosa que lo que mata. Lo que mata la ilusión, las ganas de vivir, el deseo de compartir.
Como las mujeres ante el sepulcro, estamos ante lo inesperado, que quizás nos espante y nos deja sin voz. Pero luego ya no podemos callar, la vida ha rebrotado, el Viviente se nos ha “aparecido”, su voz nos ha vuelto a levantar, y el silencio se ha convertido en palabra, palabra de vida, palabra de resurrección.
Resucitemos pues ahora, en alguna medida, es decir volvamos a re-suscitar en nosotros la esperanza, la confianza, la alegría, la vida eterna, y anunciémoslo a este mundo desesperado, perdido en sus oscuridades. Digámosle que la Luz ha resplandecido, que el Crucificado vive, que hubo un día en que la muerte murió. Que es hoy, cuando podemos descubrir el “poder de su resurrección” como anunciaba el apóstol Pablo. Es hoy, que experimentamos que no quedaremos atrapados en la muerte. Como nuevos Lázaros, volvamos a la vida, porque hemos oído la palabra de Cristo que nos dijo: ¡Sal de ahí!

Julián Mellado
Fe Adulta
Eukleria

Cardenal Dolan: "La elección de Francisco es una inyección de ánimo para los católicos"



El nuevo Papa intenta "restaurar el brillo de la Iglesia"


"América del Norte y del Sur, Asia, África, 

ahí es donde está el verdadero boom"


La elección del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia, ha supuesto una "inyección de ánimo" para los católicos, sostuvo hoy el cardenal de Nueva York y presidente de los obispos estadounidenses, Timothy Dolan.
La figura del papa Francisco, natural de Argentina, "significa mucho (...) Nos recuerda cómo la Iglesia está creciendo y que es universal", dijo Dolan en una entrevista con el programa "Face the Nation" de la cadena CBS.
Ahora la Iglesia "se expande, es América del Norte y del Sur, Asia, África, ahí es donde está el verdadero boom", añadió el cardenal neoyorquino, quien figuraba en la lista de "papables" antes de la elección del papa Bergoglio.
"No puedo ir a ninguna parte de Nueva York sin encontrarme con gente de México, República Dominicana, Colombia, Puerto Rico, que se me acercan diciendo entre lágrimas: 'Tenemos un papa latinoamericano'", contó Dolan.
A su juicio, el nuevo Papa está intentando "restaurar el brillo de la Iglesia", con una propuesta de "retorno a los valores bíblicos de simplicidad, sinceridad y servicio, a una religión sin adornos".
En otra entrevista, con el programa "This Week" de la cadena ABC, Dolan admitió que a veces "hay una desconexión" entre la realidad y lo que está pasando en la sociedad "con lo que Jesús y su Iglesia enseñan", y eso es "un reto" para la jerarquía católica.
El cardenal, que participó en el cónclave en el que fue elegido el papa Francisco, reiteró también su apoyo a la definición del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, aunque puntualizó que eso no debe interpretarse como un ataque a los homosexuales.
"Tenemos que hacer ver que nuestra defensa del matrimonio no puede reducirse a un ataque a los gais. Y lo admito, no hemos sido demasiado buenos en eso", explicó Dolan. (RD/Agencias)

Encuentros con la Palabra por Hermann Rodríguez Osorio S.J. “¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?”



La revista de Teología Pastoral Sal Terrae, publicó, en noviembre de 2002, un artículo de un famoso jesuita español con un título muy sugerente: «Locos de alegría, abandonar a toda prisa los sepulcros» (Mt 28, 8). El subtítulo explica algo más lo que José María Fernández-Martos, S.J. quiso tratar allí: “Trabajándose el optimismo y acogiendo la alegría verdadera”. Transcribo los dos primeros párrafos de este excelente artículo:
“La alegría no es barata. El optimismo tampoco. Ambos se construyen ladrillo a ladrillo. La alegría anda asediada por una oleada gigante de malas noticias globales y, lo que es peor, por una epidemia de pesimismo. La chispa de Coca Cola no vale. Es necesario trabajarse una recia alegría, un combatiente optimismo que sepa defenderse como se defienden las trincheras. Recostarse aplatanadamente sobre los muros de una Iglesia de la que sólo se oyen quejidos, no da para la alegría de la que aquí hablo. (...)”.
“Es verdad que hay mucho sufrimiento, que hasta el lenguaje sabe a pólvora y que el hambre es azote de media Humanidad; pero también lo es que la hierba sigue creciendo de noche. A Teresa de Ávila le llegaron nuevas de la catástrofe de la Iglesia con la irrupción primera del Protestantismo. Nada de gestos de espanto y derrota. ¿Qué hacer?: «... determiné hacer eso poquito que yo puedo y es en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda perfección que yo pudiese y procurar que estas otras poquitas que están aquí hiciesen lo mismo»”.
Después de esta introducción, el autor completa el diagnóstico de nuestra sociedad, salpicada, como nunca antes, por síntomas depresivos. Pero no se queda allí. Luego va proponiendo alternativas para trabajase el optimismo, basado en Martín E.P. Seligman, el más reconocido especialista en educación para el optimismo. Deja de lado los aportes de los movimientos de la autoestima o el fomento de los sentimientos positivos, que centran su atención en una especie de «Me gusto, luego existo». Este movimiento terminó siendo una modalidad refinada de narcisismo barato...
El Evangelio de hoy nos cuenta cómo algunas mujeres regresaron al sepulcro, muy temprano, el primer día de la semana. Ellas iban a buscar el cuerpo sin vida de su Maestro, pero lo que encontraron fue una pregunta que les cambió la vida: “¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?” Muchas veces, nosotros, como aquellas mujeres, en lugar de levantar nuestra mirada hacia lo que nos propone el Dios de la vida, nos quedamos mirando hacia atrás, hacia nuestros propios sepulcros. Hoy, Dios vuelve a repetirnos: “No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaban en Galilea: que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría”.
El artículo citado, termina así: “(...) aquella inmersión que nos vinculaba a su muerte nos sepultó con él para que empezáramos una vida nueva con una resurrección semejante a la suya (Cf. Rm 6,4-5). «La boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares [porque] el Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres» (Sal 126,2-3)”.
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Encuentros con la Palabra
RD

Oración: DÍA DE PASCUA por Florentino Ulibarri



Siempre esperando ese día de fiesta, gozo y gracia
que podía transformar nuestra vida
con experiencias extraordinarias.

Siempre viéndolo acercarse por el horizonte
dejando a nuestro alrededor su perfume,
pero sintiéndolo, una y otra vez, alejarse.

Siempre convencido que los grandes acontecimientos
suceden en fechas importantes
que dejan huella en los calendarios y en los corazones...

Siempre.
Hasta que comprendí, hace bien poco,
escuchando silenciosa y abiertamente
a alguien de palabra honesta y breve,
que la Pascua,
la Pascua de tu resurrección, Jesús de Nazaret,
el paso de Dios por nuestra historia,
el florido anhelo de toda persona
y de la misma naturaleza,
sucedió
pasada la fiesta,
pasado el sábado,
el primer día de la semana.

O sea, ¡un día de resaca!,
un día para el olvido,
un día sin historia,
un día del montón,
un día sin aliciente,
un día de cuerpos y espíritus decaídos,
un día de oscuro horizonte,
un día con el crédito gastado,
un día nacido para pocas ilusiones,
gris, triste, pesado,
con dolores en el cuerpo y el espíritu,
hecho simplemente para digerir los excesos
o vomitarlos en los rincones.
¡Peor que un día cualquiera!

En un día así
resucitaste Tú,
y floreció nuestra esperanza.

Ahora comprendo por qué cualquier día,
aún el más insospechado,
puede ser día de paso y Pascua.

Y al recordarlo
siento que florece la Buena Nueva
en mi tierra yerma.

¡Bendito seas Tú, Dios de la vida y de la historia,
que rompes todos nuestros esquemas
y nos llenas de sorpresas y Buenas Nuevas!

¡Bendito seas Tú, Jesús de Nazaret,
que nos mandaste hacer memoria
para celebrar la vida y la entrega!

¡Bendita seas Tú, Ruah divina,
que nos acompañas a lo largo de la vida
y nos animas a compartir y a hacer fiesta!

¡Aleluya, con todo mi ser,
con mi cuerpo y alma,
con mis gestos y palabras,
con mi canto y danza,
con mi vida resucitada!

¡Aleluya!

Florentino Ulibarri
Fe Adulta

Comentario al Evangelio por Ángel Gómez Escorial: PASCUA: SENTIRNOS CONVERTIDOS DE UNA VEZ



PASCUA: SENTIRNOS CONVERTIDOS DE UNA VEZ

Por Ángel Gómez Escorial


1.- Iniciamos esta mañana nuestra presencia en esta Eucaristía, con muchos recuerdos de los días anteriores. Desde el Domingo de Ramos con su excepcional relato de la Pasión gracias al texto de San Lucas, hasta la Vigilia de anoche. Pero, además, las celebraciones del Jueves y del Viernes Santo, llenas de contenido que, sin duda, nos abrieron el alma al sufrimiento de Jesús de Nazaret. También, la espera del Sábado Santo… En fin es especialmente lógico que, en esta mañana, se nos agolpen los recuerdos de anoche. La Vigilia es, siempre, una gran fiesta de luz y de oración. Hoy, sin embargo, esta “Misa del Día” nos ha podido comenzar a parecer la celebración más como las otras misas de otros días. Las lecturas son menos –muchas menos—que en la Vigilia, y aunque destaca poderosísimamente el bello texto de la Secuencia. Pero hemos de ser conscientes de que estamos ante otra gran novedad. La conmemoración de hoy tiene la importancia de abrir otro periodo prodigioso de nuestro quehacer de cristianos: el Tiempo Pascual. Este tiempo no refleja otra cosa—y no es poco—que aquel periodo de cincuenta días en los que Jesús dio sus últimas enseñanzas a los discípulos. Les preparaba para algo más definitivo que era la llegada del Espíritu Santo. Y desde luego para su marcha a los cielos.


2.- Para los discípulos, este Jesús que iba y venía, que aparecía y desaparecía, no era el mismo. Era él. Pero no era igual. Su cuerpo glorificado, además de tener cualidades que desafiaban a nuestra “esclavitud” en el tiempo y el espacio, tenía otro aspecto. Sin duda, era el reflejo de la divinidad. Y al auspicio de ese brillo divino comenzaron a llamarle el Señor, el Señor Jesús. El término Señor sólo lo utilizaban los judíos para nombrar a Dios. Ya el prodigio de la Resurrección había quitado algunas –no todas—las escamas de los ojos de los discípulos. Se iba a operar, poco a poco, el milagro de su curación como ciegos de espíritu. Los ojos del corazón y de la mente se abrían a una nueva dimensión, impensable e increíble, pero que estaba ahí. Jesús había resucitado, pero ellos intuían que no era una vuelta a la vida con fecha de caducidad, como la nueva vida de Lázaro. Ese cuerpo glorioso que, aunque hasta cierto punto, les inquietaba, les añadía también una certeza de eternidad, jamás entrevista antes.


3.- El Evangelio de San Juan que hemos escuchado es una de las piezas más bellas del conjunto de los relatos evangélicos. Tiene mucho de lenguaje cinematográfico. El apóstol Juan, protagonista del relato de hoy, lo guardaba muy fresco en su memoria, no cabe la menor duda, ya que sería escrito muchos años, muchos años después, por él mismo, según la tradición. Pedro y Juan han escuchado a María Magdalena y salen corriendo hacia el sepulcro. Llega Juan antes. Corría más, era más joven. Pero no entra, tal vez por algún tipo de temor, o más probablemente por respeto a la jerarquía ya declarada y admitida de Pedro. Describe el evangelista la escena y la posición –vendas y sudario—de los elementos que había en la gruta. “Y vio y creyó”. Esa es la cuestión: la Resurrección como ingrediente total del afianzamiento de la fe en Cristo, como Hijo de Dios es lo que nos expresa Juan en su evangelio de hoy. Y es lo que, asimismo, nos debe quedar a nosotros, que hemos de contemplar la escena con los ojos del corazón, y abrirnos más de par en par a la fe en el Señor Jesús.


4.- El fragmento del capítulo 10 del Libro de los Hechos de los Apóstoles sitúa ya la escena mucho tiempo después. El Espíritu ya ha llegado y Pedro sale pujante a la predicación. Eso todavía no era posible en la mañana del primer día de la Semana, del Domingo en que resucitó el Señor, pero está bien que se nos ofrezca como primera lectura de hoy, pues marca el final importante de este Tiempo Pascual que iniciamos hoy. La muerte en Cruz de Jesús, sirvió, por supuesto, para la redención de nuestras culpas, pero sin la Resurrección la fuerza de la Redención no se hubiera visto. Guardemos una alegre reverencia ante estos grandes misterios que se nos han presentado en estos días. Meditemos sobre ellos y esperemos: la gloria de Jesús un día llegará a nosotros mismos, a nuestros cuerpos el día de la Resurrección de todos. Este es otro de los grandes misterios de nuestra fe que no debemos, ni podemos, obviar.


5.- Iniciamos, como decía, el Tiempo Pascual, una cincuentena de días en el que el Resucitado terminó la formación de sus discípulos desde la fuerza del prodigio de su Resurrección. Poco a poco, se fueron dando cuenta que habían convivido con un ser excepcional, con un ser divino, con el mismísimo Dios. Y esos discípulos fueron cambiando. Es verdad que el Señor Jesús les prometió el Espíritu Santo, “que se lo enseñaría todo”. Pero ese tiempo que nosotros ahora llamamos de Pascua fue el camino definitivo de aprendizaje. Cuando, el día de Pentecostés llegaron las lenguas de fuego, el efecto, fue como la del instructor que da un empujoncito a sus alumnos paracaidistas. Toda la “teórica”, toda la técnica para dar el salto, les había llegado a los apóstoles de Jesús resucitado. Por eso son especialmente importantes estos días que comenzamos a vivir hoy. Nos darán la fuerza precisa para sentirnos convertidos de una vez.

Betania

Mensaje de Pascua por Angel Moreno




Hay discursos que por su contundencia afirmativa producen rechazo o  resistencia. En cambio, con una pregunta humilde, se logra una atención personal abierta y una actitud receptiva. Jesús resucitado no se impone de forma autoritaria y humillante a sus discípulos. Por el contrario, se deja reconocer al presentarse en figura de otro y acomoda su lenguaje a cada circunstancia personal, y sus preguntas, a lo que cada uno de nosotros puede responder.
¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? (Lc 24, 5)
Nuestras inercias proyectan miedos, atavismos, sombras de hechos pasados, que pueden bloquearnos e impedir que nos abramos a la novedad posible, como les sucedió a las mujeres en la mañana de Pascua. Pero la realidad era bien diferente. En tu caso, ¿avanzas proyectando la sombra del ayer o abierto a la novedad que te ofrece la Palabra?
¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando? (Lc 24, 17)
Los impactos dramáticos de la vida, que sellan y hieren el corazón, tienen efectos muy duraderos. Para intentar no perecer en el mal recuerdo, se buscan argumentos aparentemente liberadores, como los que formulaban los discípulos de Emaús, cerrándose a la novedad posible. Tu historia personal, ¿te ha vuelto escéptico? ¿Estás abierto a la renovación, a comenzar de nuevo, desde la fe en Jesucristo resucitado?
¿Por qué os turbáis, por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? (Lc 24, 38)
Las diferentes preguntas del Resucitado intentan corregir la mirada hacia atrás, evitar la mala memoria, superar así los fantasmas de los malos recuerdos, que impiden la libertad del corazón. ¿Cómo avanzas en tu proyecto de vida, con nostalgias o con ilusión? ¿Con sospechas, o lleno de confianza? Jesús resucitado no es un fantasma.
¿Por qué lloras? (Jn 20, 13).  ¿A quién buscas? (Jn 20, 15)
Las lágrimas y la búsqueda son indicadores de los afectos del corazón. Uno llora o se lamenta por haber perdido lo que ama. Uno indaga y busca sobre lo que más desea. Tú, ¿lloras por algo o por alguien? ¿Crees que Jesucristo está vivo y que te acompaña?
¿No tenéis pescado? (Jn 21, 5)
Jesús sigue presente en medio de nosotros, de nuestros quehaceres cotidianos, en aquello que a veces más nos desestabiliza y nos deja gustar el límite de nuestras fuerzas, momento providencial para averiguar dónde ponemos nuestra esperanza. ¿Caminas afirmándote en las obras de tus manos, o porque te fías del Señor?
¿Me amas más que éstos? ¿Me quieres? (Jn 21, 15.16.17)
El proceso de la fe tiene un momento cumbre, la experiencia de amor, el acontecimiento del encuentro con la persona de Jesucristo. De esto depende la coherencia del seguimiento y la identidad cristiana. ¿Amas al Señor? ¿Te sientes querido por Él?
«Si quiero que éste se quede, ¿qué te importa? Tú, sígueme (Jn 21, 22)
La opción de fe es personal, no cabe resistirse debido al comportamiento de los otros. La razón exclusiva del seguimiento es el amor, y no sirve el de los demás para confesar tu pertenencia a Jesucristo y el seguimiento. ¿Eres discípulo de Jesús, te has encontrado con Él, lo sigues?
Respondas lo que respondas a todo esto, ¡Cristo ha resucitado! ¡En verdad ha resucitado!
Ciudad Redonda