Adán y Eva, obra de Matelli
Tony Matelli (Chicago, 1971) es un artista visual estadounidense que especialmente destaca por sus esculturas. Su carrera pública comienza en 1994 con una obra conceptual titulada “La búsqueda de mi alma ha dado finalmente su fruto” (“MySoulSearching Has FinallyPaid Off!”) y que consistía en una vieja y usada caja de cartón vacía abierta de par en par.
El fruto de la búsqueda era ambiguo: o no había nada que buscar o al abrir el alma todo había salido afuera. Esto último era coherente con la sucesiva aparición de potentes imágenes que iba a ir presentándonos en los siguientes años. El inicio está marcado por un acentuado compromiso social.
El año siguiente comienza el desfile de figuras que le han hecho célebre. En este caso, la obra, realizada en resina epoxi, se titula “Couple” (1995). Del mismo año es otra pareja también producida en resina epoxi, titulada “Seals”. Sobre una mancha de negro petróleo –en la que yacen varios peces muertos-una foca trata de salvar a su cría cubierta de chapapote.
Imaginario sobre la pobreza
Destaca de ese mismo año una composición de minúsculo tamaño y enorme título, “Europeis a Vast and DesolatedWasteland”. Era una escultura (de papel, cable y pintura) en la que al pie de una decadente columna cilíndrica sobrevivía un florido diente de león amarillo, quizás último reflejo de las grandilocuentes estrellas de la bandera europea. Desde entonces, Martelli ha ido creando un sólido imaginario sobre la pobreza, vulnerabilidad y abandono del ser humano y del propio artista.
“Todo hombre es Adán y toda mujer es Eva”, dice Matelli respecto a su obra “Garden”, que nos refiere explícitamente al Edén. Las dos figuras humanas que ha formado con resina son Adán y Eva del mismo modo que cualquier hombre y mujer lo son también, sostiene el artista a la periodista Sami Emory de TheCreators Project (2015). Para él su obra “habla a nuestra perpetua conexión con la mitología y la historia”, nutre nuestra búsqueda de orígenes y nuestro perpetuo diálogo con las generaciones que nos han precedido desde las raíces. “Cada uno de nosotros somos siempre el primer hombre y la primera mujer”.
La instalación “Garden” presenta a Adán y Eva separados y a distancia de una columna en el centro de la sala. Al otro lado, formando un triángulo el artista dispone una cuerda verde formando una figura ascendente. La peculiaridad más evidente es que tanto Adán como Eva están al revés, sostenidos sobre su cabeza.
Conquistar el entendimiento
Si el origen del hombre fue su erguimiento, aquí parece que quiere expresar que la vida del hombre también es ir del revés, una caída original que forma también parte de nuestra condición. Para el artista, la obra habla de “un perenne estado de expulsión” que caracteriza al ser humano, “nuestra constante conquista del entendimiento y nuestro constante estado de decepción” (Emory, 2015)).
No es un tema nuevo en Matelli, cuya obra profundiza una y otra vez en el malestar del desarraigo y la carencia de lugar y hogar, un sinhogarismo vital (Nickas, 2004).
Presenta su obra en un contexto global de expulsiones de emigrantes y refugiados por todas las fronteras de Occidente y medio mundo más. Las expulsiones masivas de refugiados por las guerras e insolidaridades ponen del revés al ser humano, lo llevan de cabeza y lo someten a condiciones en las que pierde lo más fundamental.
La desnudez original de Adán y Eva se presente en las dos figuras de Garden como desnudamiento del abrigo y derechos fundamentales de los hombres y mujeres. El mal acecha como cuerda que ata, maniata y asfixia. “Garden” aparece como una obra sobre las expulsiones, que remite al relato originario del Génesis: la expulsión es una experiencia primaria del ser humano, que acompaña sus mayores tragedias.
Una compleja composición
Matelli ha formado una cuerda verde con cable de acero, uno de los vértices del triángulo equilátero que forma junto con Adán y Eva. La cuerda no reposa pesada en el suelo sino que está erguida componiendo una figura inclinada hecha de varias vueltas. Verde, alargada y elevada, esa cuerda es la serpiente del mal. Trae más evocaciones. Por una parte, la cuerda parece caída de la columna, que sería el tronco del que era copa.
El árbol de la sabiduría aparece deconstruido: el tronco por una parte –la columna que sostiene toda la estancia- y la copa verde separada. Perola figura verde también parece formar las llamas de una hoguera y remite bíblicamente a la epifanía de la zarza ardiente que Moisés encontró en el Sinaí. La cuerda-serpiente tiene dos vueltas en lo alto que forman dos figuras enredadas: ¿la serpiente compone con su cuerpo los contornos de Adán y Eva, a los que ha atado al pecado?
Las representaciones de Adán y Eva poseen un magistral acabado. Los pliegues de la piel tienen imperfecciones, el color de la piel no es uniforme, se dejan ver zonas rosadas más cálidas de sangre y otras salpicadas de pecas o terminaciones irritadas de venillas. Los rostros de ambos personajes oscilan entre la seriedad y la estupefacción ante el desgarro que acaban de sufrir. En vez de esconderse tras plantas, el artista les hace ponerse boca abajo, en una postura serena y estable.
Matelli no habla efectivamente de Adán y Eva sino de cualquier hombre y mujer –las esculturas tienen ombligo, por lo cual nacieron de mujer-, de una condición humana herida por la tragedia del mal que no logra erradicar del todo de su ser. Para Matelli el hombre y mujer del siglo XXI vive también ese drama de vivir al revés de lo que sería su naturaleza erguida.
Referencias
- Emory, Sami (2015) Hyperrealistic Sculptor Flips ‘Adam and Eve’ On Their Heads. The Creator Project ( 21 de mayo de 2015).
- Matelli, Tony (2004)Abandon. Wien: Kinsthalle Wien Museum.
- Matelli, Tony (2015)Garden. Instalación (silicona, acero, pelo).
- Nickas, Bob (2004)Reckless abandon. En Matelli (2004) Abandon. Wien: Kinsthalle Wien Museum.
Vida Nueva
No comments:
Post a Comment