"?Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus consejos, y los azotarán en sus sinagogas. Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos. Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar. Llegado ese momento, se les comunicará lo que tengan que decir. Pues no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes. Un hermano denunciará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se sublevarán contra sus padres y los matarán. Ustedes serán odiados por todos por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin, ése se salvará."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Señor, no me han arrastrado ante gobernadores o reyes; pero ha habido ocasiones en que me he sentido como oveja entre lobos, y metafóricamente he sufrido el látigo por mi fe. Cuando yo esté bajo estas presiones, no me olvides. Ve que yo sepa lo que tenga que decir, y ayúdame para tener la valentía de decirlo.
De Espacio Sagrado
No comments:
Post a Comment